La empresa promotora interesada en reconvertir el edificio del cine Serra, en Vara de Rey, en un hotel de ciudad de cinco estrellas aún no ha solicitado en el Ayuntamiento licencia para construir. La concejala de Cultura y Patrimonio, Lina Sansano, asegura que el promotor ha presentado, primero un anteproyecto, y ahora un proyecto básico de su propuesta a la comisión del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) de Vila a modo de «consulta» para evaluar si la iniciativa empresarial es «viable». «Quieren saber si pueden tirar adelante, pero aún no se ha solicitado licencia», explica Sansano, que puntualiza que los miembros de la ponencia técnica del Pepri aún «no han determinado nada».

De hecho en la reunión del lunes de este órgano, según la edil de Cultura y Patrimonio, se resolvió que el departamento de Urbanismo emita «un informe detallado» sobre el encaje legal del proyecto, en cuanto a «la adecuación de la fachada, el uso del edificio que se construirá (hotelero), la intensidad de edificación». El hotel proyectado contempla la explotación de algo más de 60 habitaciones, pero, según Sansano, hay que evaluar si se cumplen «las proporciones» que determina la normativa. «Quizá debería tener menos habitaciones. Habrá que analizarlo», indica, al tiempo que señala que otra de las cuestiones que se deben resolver es «la dotación de aparcamientos».

Sansano explica que hay «varios puntos de conflictividad» y que «el mayor» es que la mitad de la parcela se ve afectada por el Pepri y la otra mitad no, cuyo uso, además, es residencial. «Lo normal sería que el 50% de la parcela se destinara a viviendas, pero al estar en zona turística, «no se permite compatibilizar los dos usos», por lo que, en principio, según la concejala, «será posible que el cien por cien de la parcela» sea apto para la construcción del establecimiento hotelero. «Son consideraciones que han hecho los técnicos, pero el departamento de Urbanismo debe informar de ello», añade.

Por su parte, Sansano asegura que el equipo de gobierno no tiene una opinión política formada sobre el proyecto. «No lo acabábamos de ver claro y por eso el arquitecto se desplazó a Ibiza para explicar el proyecto. La primera vez que lo vi no me gustó, pero después de las explicaciones lo vimos mejor. No me pronunciaré hasta que los técnicos lo vean todo posible», dice.

El arquitecto es el catalán Carlos Ferrater, que, en 2009, recibió el Premio Nacional de Arquitectura por su trayectoria y en su carrera destacan proyectos como el Palacio de Congresos de Cataluña o el Jardín Botánico de Barcelona.