Dos ladrones intentaron reventar ayer por la tarde el techo de un furgón blindado en plena travesía del ferry ´Posidonia´, de la naviera Baleària, entre Formentera y Ibiza, pero fueron sorprendidos por un marinero, por lo que huyeron a toda velocidad y saltaron por la borda. En el mar, junto al barco de línea regular, les esperaba un compinche en una lancha neumática de unos ocho metros de eslora, en la que huyeron, para asombro de la tripulación y los 55 pasajeros del ferry.

A la hora del cierre de esta edición la Guardia Civil no había detenido a los delincuentes pero si había localizado la zódiac abandonada junto a la torre de sa Sal Rossa, al final de Platja d´en Bossa. Al parecer, intentaron quemarla para eliminar huellas, pero el dispositivo incendiario que habían colocado para que ardiera la lancha no funcionó.

Prosegur, empresa propietaria del blindado, no informó sobre el contenido del furgón, pero este diario ha podido saber que transportaba posiblemente la recaudación de varios días de algunas empresas, bancos y al menos una gasolinera de Formentera.

El barco zarpó de la Savina a las 13 horas, con llegada prevista a Ibiza una hora más tarde. Unos veinte minutos después, cuando navegaba a la altura de es Freus, el marinero encargado de vigilar las zonas restringidas de la embarcación sorprendió en la bodega a dos hombres subidos en el techo del camión blindado. Tenían en sus manos una lanza térmica y botellas de gas, por lo que todo apunta a que pretendían realizar un agujero en la chapa.

Una huida muy rápida

«¡Que nos roban!», gritaron los vigilantes de seguridad (tres, según algunos testigos) cuando vieron pasar corriendo a los delincuentes. Todo sucedió tan rápido que ni los profesionales de Prosegur ni los miembros de la tripulación pudieron detener a los ladrones.

Alarmados por los gritos, gran parte de los pasajeros subieron a la cubierta, donde observaron cómo los hombres se lanzaban al mar por la popa del ´Posidonia´. Debajo, a unos cinco metros de la cubierta les esperaba otro individuo al timón de la lancha neumática, que comenzó a navegar a toda velocidad, en dirección a Ibiza. Se fueron con las manos vacías, no consiguieron robar nada. De hecho, ni siquiera causaron daños en el vehículo, no les dio tiempo a utilizar el soplete.

El capitán dio la voz de alarma de inmediato. Varias patrullas de la Guardia Civil y numerosos agentes de la Autoridad Portuaria esperaron al barco en el puerto de Vila. Los profesionales del instituto armado identificaron a todos los pasajeros y registraron los vehículos que estaban aparcados en la bodega. Una portavoz de Baleària informó de que transportaban once camiones, el furgón blindado y nueve turismos.

«Ha sido un intento de robo importante, inédito por sus características», comentó después Joan Serra, delegado de la naviera en Formentera, que destacó el trabajo del marinero que sorprendió in fraganti a los delincuentes.

«Han registrado a todo el pasaje», confirmó Andrés, un pasajero, nada más salir del buque, sobre las tres de la tarde, una de los últimas personas en abandonar el ´Posidonia´.

Poco antes descendió una pareja que regresaba a Vila después de pasar unos días de vacaciones en la pitiusa menor. «Vimos a un marinero y a varios vigilantes de Prosegur correr detrás de los ladrones. Saltaron, los recogió una lancha y se fueron a toda velocidad, he visto la zódiac de lejos. ¡De película!», comentó el hombre, que confirmó que la Guardia Civil solicitó la documentación a todo el pasaje.

«Los agentes estaban buscando huellas», añadió su esposa. Mientras los pasajeros se encontraban retenidos en el barco el capitán anunció que podían beber y comer gratis, por lo que los niños empezaron a pedir bolsas de patatas fritas y refrescos. «Los turistas estaban contentos puesto que les comenzaron a servir cervezas», añadió la mujer, que destacó que al final el suceso se convirtió para algunos en una especie de «fiesta». Incluso, pusieron música por megafonía para amenizar la espera.

Aunque no ha trascendido que los sucesos guarden relación, el viernes pasado de madrugada unos ladrones robaron varias botellas de oxígeno y acetileno en la nave de Carburos Metálicos, en el polígono de Can Frígoles, situado junto al aeropuerto. Se suelen emplear para avivar lanzas térmicas para cometer robos.