La actriz, modelo y presentadora ibicenca Tita Planells no defraudó ayer a quienes pensaban que la inauguración de las Festes de la Terra no podía pasar por alto el desaguisado de Vila. La pregonera dijo lo que muchos ibicencos piensan. Con su dicción de actriz y unos buenos pulmones estalló: «En estos momentos nuestra isla conoce dificultades importantes para su gestión. Corren versiones para todos los gustos y ninguna buena. Así que solo os pido una cosa: el pueblo de Ibiza no se merece todo esto que está pasando», dijo en un tono fuerte y rotundo que puso los vellos de punta al respetable, entre ellos todos los políticos sentados en las primeras filas del parque Reina Sofía.

Planells fue más allá, vinculando la corrupción actual con la falta de valores: «Quería que mi hija María se criase en Ibiza y por eso volví a la isla, quería que ella también fuese hija de esta tierra, tan especial [...] quería que creciese con los mismos principios con los que me criaron a mí: libertad, buenos sentimientos hacia los demás, honradez y respeto a nuestra tierra y a nuestros iguales». Unos valores que defiende frente a «la ambición desmedida, la codicia, el incumplimiento de la palabra» que otros promueven «y que da paso a una sociedad materialista, sin escrúpulos, que origina el mundo corrupto que conocemos y que, por desgracia, abunda tanto que nos tiene rodeados». El público aplaudió con ganas estas palabras.

Planells también hizo referencia a la lucha contra las prospecciones petrolíferas: «Si insisten en ello volveremos a la lucha, resistiremos y ganaremos [...] Así habremos cumplido nuestro deber con respecto a las próximas generaciones», remarcó, y tuvo además palabras de recuerdo cariñosas para su padre Toni d´en Planells a quien agradeció haberle inculcado «buenos valores».

Como ya se preveía, ningún representante del equipo de gobierno de Vila se dirigió al público para dar por inauguradas las fiestas. El teniente de alcalde (y a partir de hoy alcalde accidental), Juan Daura, se limitó a entregarle un ramo de flores a Tita Planells al final del pregón, pero ni siquiera subió al escenario para ello, sino que se lo hizo en una esquina, discretamente.

Atrás quedaron los tiempos en los que Marienna Sánchez-Jáuregui (alcaldesa número 1) se dirigía al pueblo en ibicenco-neerlandés para después marcarse un baile payés con la colla de Vila. Los tiempos en los que Pilar Marí (alcaldesa número 2) sacaba su torrente de carisma para dirigirse en castellano de Castilla al público o los tiempos en los que Rai Prats (casi alcalde durante 24 horas) lucía alguno de sus looks dignos de Marichalar, con americana roja y pantalón blanco reventón.

Pero no fue un acto precisamente aburrido: Las colles de Sa Bodega, Santa Gertrudis, Can Bonet y Buscastell regalaron al público otro de los grandes momentos de la noche al escoger a Lina Sansano como primera autoridad en salir a bailar con ellos unas curtes. La ya ex concejala de Cultura no se cortó un pelo y accedió encantada. El protocolo la situó en la bancada de la oposición, pero lejos de amilanarse, la ´payesa catalanista´ (como aseguró que se referían a ella algunos de sus compañeros del PP de Vila) puso los puntos sobre las íes, se mantuvo sonriente y muy tranquila y varias personas del público la aplaudieron después de su baile y la obsequiaron con un ´molt ben fet, Lina´. Ella se sentó de nuevo en su asiento con una expresión que parecía decir: ´Payesa, y a mucha honra´.

Todos a bailar

Los balladors de las colles, puede que por eso de la paridad entre partidos, sacaron después a bailar a Juan Daura, del PP; a Toni Villalonga, de EPIC y a Myriam Valladolid, del PREF. La presentadora de los actos, Sonia Ribas, que además de locutora baila en una colla, no se cortó con Daura y Villalonga: «Para la próxima hay que aprender una miqueta de ball». Solo superó la prueba Valladolid, que se llevaría el bastón de mando si el ball pagès fuese una prueba para ocupar la alcaldía. Visto lo visto, tal vez una gincana payesa sea mejor sistema para escoger una lista electoral que el criterio de la ejecutiva del PP. Y, hablando de ejecutivas, sorprendió bastante que no acudiera el presidente del Consell, Vicent Serra, que siempre hace acto de presencia en estos saraos. Muchos se fijaron en Salvador Gallego, uno de los concejales que entrarán en breve para sustituir a sus compañeros dimitidos. No se vio ni a María Fajarnés ni a Juan Flores ni a Virginia Marí (futura alcaldesa número 3), que parece que han apostado por la discreción hasta que ocupen sus sillas en la corporación.

Ni acudió ni se la esperaba Pilar Marí, alcaldesa hasta que se formalice su dimisión hoy en un pleno extraordinario que se celebra a las 9 de la mañana. Tampoco los concejales ´díscolos´ Rai Prats, Alejandro Marí y Juan Mayans, que dejan hoy también sus puestos.

Sí acudieron casi al completo los concejales de la oposición, salvo Lurdes Costa por motivos familiares, además de los consellers de PP Alex Minchiotti, Pepita Costa y Mercedes Prats y la delegada de Educación Belén Torres. Además presenció el acto el obispo de Ibiza Vicente Juan Segura.

Al margen de ausencias y presencias, los que no fallan son los artesanos de la ya X Trobada d´Oficis, que se instaló en el paseo de Vara de Rey, y el desfile de 18 carros de barana payeses, que fueron una fiel representación de la Ibiza más rural. Los carros desfilaron por algunas de las calles más céntricas de la ciudad mientras los miembros de las colles tocaban castanyoles, tambors y flaütes.

La apertura terminó con un concierto de Joan Murenu i una colla de gent bona, que recordaron algunas de las canciones tradicionales ibicencas más populares.

Aunque se esperaba alguna protesta del público contra la gestión política en Vila, convocada a través de redes sociales, finalmente no se produjo. Puede que la protesta de la gente se viese reflejada en la falta de interés por el acto, ya que buena parte de las sillas colocadas en el Reina Sofía no se ocuparon durante la noche.