­«Está muy bien el planteamiento» del juez decano, Juan Carlos Torres, dice la abogada y experta en mediación Rosa María de Hoyos, quien considera que «hay muchos grados de violencia» y que «en algunos se puede mediar perfectamente». De Hoyos comenta que la base de la mediación «es que son las propias partes las que ayudadas por el mediador llegan a acuerdos» y subraya que para lograr esto se necesita que ambas partes «estén en un mismo nivel, sean iguales».

Partiendo de esta premisa, la letrada señala que «como dentro del maltrato hay tantos niveles» es necesario «ver qué nivel puede existir» y que si este «no afecta a que delante de un mediador haya igualdad entre las partes», entonces es posible intentar llegar a un acuerdo a través de la mediación. «Eso lo tiene que valorar el mediador, porque si efectivamente el maltrato llega a tal punto que una parte anula a la otra, entre ellas ya no pueden acordar, porque una está en inferioridad de condiciones», apostilla.

De Hoyos recuerda que el planteamiento del titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Ibiza -y añade que les ha derivado casos sobreseídos- es algo que se está comentando en los encuentros anuales de jueces, fiscales y magistrados de familia. «En uno de los que intervine yo se habló, como una de las conclusiones, que eso se tenía que tener en cuenta, que no había que excluir por sistema» la mediación, señaló la abogada, y coincidió en que cada caso debería poder ser valorado antes de tomar una decisión.

A su juicio, el problema que existe con la Ley 1/2004 de medidas de protección integral contra la violencia de género es que «se mete en un mismo saco todo». «Se mete a maltratadores con personas que a lo mejor en un momento puntual amenazan o son un poco agresivas porque están en un momento de conflicto de ruptura, y no es lo mismo», opinó De Hoyos, quien no obstante aclaró que ninguna de estas acciones «se puede justificar bajo ningún concepto».