«Desde luego, no compartimos que no haya indicios de delito. Las grabaciones son reveladoras, las cintas son buenas, nadie ha dicho que sean malas o estén manipuladas, y lo que se dice, se dice. Para cometer un delito no hace falta cometerlo, simplemente basta con el hecho de pensarlo o programarlo, y esto es una programación. La ley lo contempla: no necesitar cometer el delito, basta con prepararlo y organizarlo», afirmó la persona que fue el detonante del caso Ibiza Centre en 2007, el ex secretario general del PSOE ibicenco y exconcejal de Tarrés Roque López. Bajo su punto de vista «hay motivos para recurrir» el auto de la juez, aunque no quiso anticipar qué decisión tomará hasta no haberlo examinado con su abogado y ver «si interesa o no, si conviene o no». Hay cinco días para presentar el correspondiente recurso. A la pregunta de si la dilación experimentada por la instrucción puede haberse visto influida por su denuncia contra el primer juez instructor y la abogada Ascensión Joaniquet, admitió: «Claro que lo ha alargado, pero no fue solo eso», y dijo que el juzgado tardó un año y medio en admitir la realización de unas pruebas que había solicitado en relación al caso. «Si yo lo pido al juez y no lo provee hasta dentro de un año y medio, no es mi culpa», agregó. Roque López afirmó asimismo que «ni el fiscal ni la juez aluden a dos testigos presenciales que escuchan las grabaciones con el secretario de Organización del PSOE balear, Miquel Mestre. Ambos testigos declararon que escucharon las conversaciones y que Mestre estaba al corriente y decía que había que esperar. Eso parece que no tiene importancia», afirmó el exdirigente socialista.