La plaza de Julià Verdera acogió ayer por la tarde la decimotercera edición de la Mostra Folclòrica Ciutat d´Ibiza, que permitió contemplar las notables diferencias existentes entre el ball pagès típico de Ibiza (de la mano del Grup folclòric Sant Jordi de ses Salines y la Associació Cultural Colla de sa Bodega) y las danzas y música de Toledo y Badajoz. El Grupo Folclórico Raíces Urdeñas, procedente de la localidad toledana de Urda, y la Agrupación Folclórica Municipal Alonso de Mendoza, de la Garrovilla (Badajoz), se han desplazado hasta Ibiza para participar en la Mostra, que organiza cada año la Colla de sa Bodega. Esta asociación se creó en 1987 y desde entonces se ha destacado por su trabajo por la recuperación de la cultura popular ibicenca.

La formación toledana utiliza dos trajes regionales, el de faena y el de fiesta, y tiene un repertorio de jotas, fandangos, rondeñas y seguidillas de su región, aunque también ha recopilado las muestras más características del folclore de Castilla La Mancha.

El grupo extremeño toma su nombre de Alonso de Mendoza, fundador de La Paz, capital de Bolivia, que nació en la localidad pacense de La Garrovilla. Este conjunto folclórico tiene un cuerpo de danza y una rondalla está formada por diversos instrumentos de cuerda, viento y percusión y por voces femeninas y masculinas. La indumentaria de gala que utilizaban en las fiestas locales era la propia del Partido Judicial. La agrupación tiene una jota propia, la de La Garrovilla, cuya letra y música inventaron antiguos componentes y que incluyen siempre en todos sus repertorios. Al igual que los toledanos y los ibicencos, los pacenses han participado en numerosos festivales desde los años noventa. La colla de Sant Jordi está formada por unos 60 cantadors, sonadors y balladors desde los 4 años de edad.

Los grupos volverán a actuar hoy a partir de las seis de la tarde en el paseo de Vara de Rey, aunque si llueve el espectáculo se trasladará al auditorio de Can Ventosa.