No debe haber ningún escenario de Ibiza que no haya pisado Dave Jeffs (Oxford, Inglaterra, 1946), o Blues Dave, como era conocido por todos. Durante años recorrió con su voz aguardentosa y el sonido vibrante de su armónica bares, clubs y fiestas, aunque sus hábitats naturales fueron durante mucho tiempo las noches del Pereyra y de Las Dalias. Esa voz se apagó en la tarde del jueves en su casa de Sant Agustí. El bluesman había estado ingresado un mes en la Policlínica del Rosario de Vila por una insuficiencia cardiaca. Hace unos días fue enviado a su casa, pero su corazón no aguantó más.

«Siempre he dicho que era un blues con patas. No es que lo cantara, es que él era un blues», afirmaba ayer Joan Barbé, que le acompañó tantas veces a la batería en la Dave Jeffs Blues Band, junto a su inseparable, el bajista Dennis Herman. Aunque la nómina de músicos que compartieron tablas con él durante sus casi 30 años en la isla es interminable: Jon Michel, Norberto Rodríguez, Esteban Cabezos, Manolo Díaz, Rafa Peletey, Soulman Sandro, Miquel Botja...

Botja contaba ayer, muy afectado, lo que supuso la llegada de Jeffs a Ibiza: «Él ya había venido a la isla en los 70, en la época hippy. Después estuvo girando con bandas de blues por Inglaterra, Alemania, Italia, Francia... hasta que volvió en los 80 y decidió quedarse, siempre en el municipio de Sant Josep. Un grupo de chavales del pueblo teníamos un grupo de blues y una noche él estaba entre el público. De repente subió al escenario y se puso a tocar la armónica. Nos quedamos de piedra. Desde entonces siempre hemos intentado estar pegados a él. Como músico y como persona. Para intentar robarle algo de su talento».

Reconocimiento

«En Ibiza a veces no sabemos lo que tenemos -continuó Botja- y Dave era un músico impresionante. Es la mejor armónica que he visto en mi vida, en la línea de Little Walter, y tenía una voz auténtica donde las haya. Además era un buen guitarra». El guitarrista cubano Norberto Rodríguez, que compartió grupo con él durante una década desde que llegó de su país insistía ayer en la idea de que la labor de Jeffs debería haber sido reconocida en vida: «Ha sido el bluesman de Ibiza, el que ha enseñado los secretos de esta música a todos los demás. Esperemos que al menos se le reconozca ahora».

Jeffs siempre vivió pegado a su armónica, a sus armónicas, porque tenía una gran colección. Siempre llevaba alguna en el bolsillo para llevársela a la boca en cualquier momento. El año pasado contaba cuándo nació su amor por este instrumento, en una entrevista en este diario con motivo de su participación en el Ibiza Jazz 2012: «Con once años estuve enfermo de tétanos. La herida en la pierna era la excusa perfecta para decirle a mi madre que no podría ir a clases de piano nunca más porque estaba lejos. No me gustaban. La profesora era estricta y había que caminar mucho. En verano, en vacaciones, estaba buscando algo en una tienda de juguetes. Vi una armónica, tenía suficiente dinero, y la compré. Salía al campo y me pasaba el día tocando. Pero nadie lo sabía. No lo supieron hasta que tuve 15 años».

Aprendió por su cuenta y ya de adolescente empezó a tocar en la banda de su hermano mayor. Contaba que se quedó sorprendido la primera vez que le pagaron por tocar: «Me quedé en shock porque no me lo esperaba. Fue en un club en Oxford, de folk y blues, me pagaron dos libras. Las rechacé, pero me dijeron que me las había ganado».

Poco a poco le empezaron a llamar y acompañó a diferentes grupos y artistas de los 60 y 70, como Duffy Power, Jack Dupree, Ian Anderson Country Blues Band o Alexis Corner, uno de los padres del blues británico.

En los 80 encontró su paraíso en Ibiza y ya solo abandonó la isla para las giras con su grupo. Se lamentaba del poco espacio que había para el blues en la radio y de los pocos escenarios para la música en general: «No sé dónde encaja ahora el blues -confesaba en la entrevista-. Miles Davis es la última nueva música blues que he escuchado», sentenciaba.

Su último gran concierto fue el del Ibiza Jazz del año pasado, aunque ya llevaba bastante tiempo en el que se prodigaba muy poco por los escenarios por sus problemas de salud. Él se lo tomaba con ironía: «He tenido algunos accidentes. Olvido mi edad con demasiada facilidad», decía.

Precisamente, su alegría, su sentido del humor, era una de las cualidades que ayer rememoraban sus amigos: «Era un tío sencillo. Siempre alegre. Integrado. Amigo de sus amigos. También muy peculiar. Un día le vi en verano con unas botas enormes y le pregunté si no tenía calor.

Él se las quitó, cogió un taladro y les hizo agujeros», contaba ayer Botja con la voz entrecortada, antes de relatar una anécdota de dos días antes del fallecimiento: «Le fui a ver a su casa para que me diera el teléfono de algún pianista, porque el nuestro no podía en el concierto de mañana de la Bluesmàfia (por hoy). Le dije que si se animaba y me contestó: ‘No puedo, pero la semana que viene cuenta conmigo’».

«Un trozo de pan»

Tanto Botja como Barbé aseguraron que era un hombre muy querido en la profesión: «Era un trozo de pan. Todos le queríamos mucho. Jamás tuvo ningún problema con nadie», dijo el impulsor de Ressonadors.

Norberto Rodríguez, por su parte, destacaba también su generosidad, tras recordar que su relación de amistad fue en muchos momentos «cómica»: «entre mi mal inglés y su peor español». «A pesar de que era un hombre con una personalidad especial, casi un ermitaño, siempre estaba ahí cuando le necesitabas. Si buscabas una guitarra, él te la prestaba, si te faltaba un ampli, acudías a Dave. Era un tío entrañable»

Dave Jeffs deja dos hijas, que viven en Inglaterra pero que ya han demostrado en algunas ocasiones en conciertos en la isla que han heredado la pasión por la música y la buena voz de su padre. Los músicos de Ibiza ya se están organizando para rendirle el homenaje que merece.

Mañana domingo a las 19 horas se ofrecerá un responso en su memoria en la iglesia de Sant Josep y en septiembre se organizará un festival, probablemente también en el pueblo, en el que tocarán todos los que estuvieron a su lado: «Músicos no nos van a faltar», terminó Botja.

Cuando a Dave Jeffs se le preguntaba por el concierto de su vida recordaba un festival al que le llevó su hermano cuando él tenía 17 años, en 1963. En el cartel estaban Sonny Boy Williamson, Muddy Waters, Big Joe Williams, Willie Dickson y Victoria Spivey. Hoy ya toca la armónica con ellos.

Dave Jeffs. Nacido en 1946 en Oxford (Inglaterra), falleció este jueves en Ibiza. Sus restos serán incinerados en Mallorca. Mañana domingo se ofrecerá un responso en su memoria a las 19 horas en la iglesia de Sant Josep.