La Fiscalía de Perú confirmó ayer que ha presentado una denuncia penal contra las británicas Michaella McCollum y Melissa Reid, detenidas la semana pasada por presunto tráfico de drogas en el aeropuerto internacional de Lima, donde llegaron procedentes de Ibiza. Las dos jóvenes se enfrentan a penas que oscilan entre los 15 y los 18 años de cárcel.

El Ministerio Público de Callao resaltó que «ha reunido elementos suficientes que hacen sospechar la presunta responsabilidad de ambas personas».

La irlandesa McCollum, que trabajó de modelo y camarera en varios locales de ocio nocturno del West End de Sant Antoni, y la escocesa Reid, que también estuvo en la isla, fueron interrogadas ayer durante más de cuatro horas. Fuentes policiales señalaron que las detenidas podrían ser recluidas en el penal de mujeres del distrito de Chorrillos, en la capital de Perú.

Connolly y Reid, ambas de 20 años, fueron detenidas la semana pasada cuando se disponían a abandonar el país rumbo a España llevando 11 kilos de cocaína. Las británicas fueron puestas luego a disposición de la Policía Antidrogas (Dirandro) para ser interrogadas y determinar si pertenecen a una red internacional de tráfico de drogas. Según fuentes de la Dirandro citados por medios locales peruanos, las jóvenes fueron captadas por el británico Philip Austin Collins, sobrino del músico Phil Collins.

Sin embargo, el abogado de las detenidas insiste en que fueron obligadas por una organización criminal a venir a Perú para llevar drogas a España. Diferentes medios de comunicación británicos se han echo eco de las primeras declaraciones de las detenidas, en las que aseguraban que fueron captadas en Ibiza por una red de narcotraficantes sudamericanos, que las forzaron, a punta de pistola, dicen, a viajar de la isla a Lima a por la droga, vía Palma y Madrid.

Por otra parte, la policía peruana sostiene que la organización dirigida por Collins, detenido por llevar 40 kilos de cocaína en un velero anclado en un balneario peruano, sigue operando, a pesar de que su líder está en una prisión de máxima seguridad.