Si hay una festividad tradicional en Ibiza que goce de buena salud e incluso parezca consolidarse año tras año, esa es la del Primer Domingo de Mayo o, como se conoce popularmente, ´Anar a Maig´. Miles de personas, llegadas de todos los puntos de la isla, disfrutaron de una jornada estival que llenó de bañistas la playa de Santa Eulària e inundó las principales calles del pueblo con un público que participó en las numerosas actividades y eventos organizados con motivo de esta fiesta, la más importante del municipio.

Este día conmemora la milagrosa salvación de los fieles de s´Església Vella, que escaparon por los pelos de una muerte segura cuando se derrumbó el templo justo después de abandonar su interior.

Aparte del acto religioso oficiado en la iglesia del Puig de Missa con la presencia de las primeras autoridades insulares -incluyendo al nuevo conseller autonómico de Hacienda, José Vicente Marí Bosó-, el foco de atención público se situó en el desfile de carros tradicionales que recorrió la calle principal, atestada de gente para presenciar este colorista espectáculo, con un buen número de carruajes ocupados por hombres y mujeres ataviados con los vistosos trajes payeses. Los propios carros de barana son también una muestra de esmerada restauración de estos elementos del pasado, que aún se conservan en buen número en casas rurales de la isla.

Antes, y mientras sonaban los acordes de un grupo folclórico mallorquín, la misma calle había sido escenario de otro desfile, el de motos y automóviles de época. Estos vehículos despertaron la admiración de los asistentes, por la variedad de modelos y su perfecto estado de conservación, gracias a la dedicación de sus propietarios, enamorados de estas reliquias del motor, que a menudo han restaurado a lo largo de años. Estos vehículos quedaron luego expuestos en la plaza del Cañón, aunque justo a lado había otra muestra de coches, esta vez, de auto-cross (dedicados a las carreras más salvajes), mientras que en el aparcamiento situado detrás del ayuntamiento sonaba la estruendosa música que acompañaba la exposición de tunning de coches, una afición que cuenta cada vez con más adeptos en la isla.

No podía faltar una de los clásicos de las fiestas de Maig: la exposición de flores y plantas, que este año se ha desarrollado en el interior del Teatro España. El local ha acogido todo tipo de ramos, cactus, centros, rosas, cintas de novia e incluso una espectular planta de lenteja que llamaba la atención de los asistentes por su vistosidad.

Los tenderetes de los artesanos ocupaban otra de las plazas más céntricas de la localidad, y allí se podía comprar desde miel de Ibiza, productos ecológicos, collares y pulseras, muñecas y todo tipo de manufacturas.

Otra de las actividades inevitables en todo Primer Domingo de Mayo es la feria de maquinaria agrícola y automoción, en el Passeig de s´Alamera, que aguarda su inminente peatonalización después de la remodelación de la plaza del Ayuntamiento. En s´Alamera se apiñaba una multitud para informarse sobre los últimos modelos de todo-terrenos, tractores y otros vehículos, entre los que destacaba el popular Twizy, coche eléctrico de gran aceptación en España.

Por la tarde, los niños fueron los protagonistas, con la actuación del mago Albert y la presencia de la figura gigante de Marià Villangómez, a cargo de la Associació Vuit d´Agost.