«En una isla como Ibiza, la agricultura es el complemento ideal del turismo, ya que es el que conforma la paisaje, y sin paisaje no hay turismo». Así se expresó el pasado fin de semana el conseller insular de Agricultura, Antoni Marí, Carraca, tras asistir a la inauguración de la jornada sobre agropaisajes insulares que se celebró en el Palacio de Congresos de Santa Eulària, organizada por el Grup d´Acció Local d´Eivissa i Formentera del plan Leader.

Se trataba de un proyecto de cooperación interterritorial con dos islas de Canarias, La Palma y La Gomera, con problemas similares a los de Ibiza. Tienen en común ser también territorios insulares frágiles, con una economía que depende de su atractivo para el turismo y cuentan con paisajes agrarios tradicionales en proceso de abandono y en vías de desaparición.

La jornada, a la que asistieron una treintena de agricultores de toda la isla, tenía como objetivo el intercambio de experiencias de diferentes territorios españoles (Eivissa, Catalunya y Canarias) sobre la aplicación de metodologías para proteger y mantener el paisaje tradicional rural.

La técnica del Grup d´Acció Local, Raquel González, precisó que todas estas regiones tienden a recuperar su paisaje rural a base de potenciar el producto local, y ese era también el objetivo principal de la jornada. La propia técnica y el gerente del grupo, Josep Martínez, presentaron una ponencia en la que explicaron las experiencias en este sentido que se han llevado a cabo en Ibiza.

Las ponencias sobre Ibiza las inició la jurista Olga Cardona, que presentó la figura del majoral, un importante agente en la vida rural tradicional que desapareció hace algunas décadas, pero cuya recuperación se plantea como una alternativa para reactivar el sector agrario en tiempos de crisis como la actual.

El Banco de Tierras

Otra iniciativa en el mismo sentido que también se presentó en la sala de conferencias fue el Banco de Tierras, un proyecto que lanzó hace un año la Asociación de Productores Agrarios Ecológicos de Eivissa y Formentera (Apaeef) que está dando sus primeros pasos.

Jordi Serra y Sonia Torres, miembros de esta asociación, presentaron al público asistente la labor que ha realizado hasta la fecha esta nueva entidad, poniendo en contacto a propietarios de fincas con candidatos a trabajarlas para obtener un rendimiento agrario.

Para sus promotores, el elemento básico para que el banco de tierras lleve a cabo una labor efectiva es generar confianza entre los propietarios que vayan a ceder sus terrenos y los futuros usuarios.

Según los datos que aportaron, hasta el pasado 1 de abril se habían establecido 91 contactos, cuyo resultado ha sido el ofrecimiento de 34 fincas para las que hay 21 solicitantes y en cinco de ellas se va a iniciar la actividad.

La superficie total ofrecida es de 122 hectáreas y se distribuye en toda la isla, aunque mayoritariamente en el municipio de Santa Eulària, con el 47 por ciento del total.

Sigue Sant Joan (26%), Sant Josep (17%) y Sant Antoni (10%). La superficie media de las fincas ofertadas es de 3,8 hectáreas.

La mayoría de solicitantes de tierras carece de experiencia en el campo y desconoce la agricultura ecológica, cuando es un requisito para acceder a estas fincas dedicarlas a ese tipo de producción. En general, quieren ejercer la agricultura como actividad complementaria. La demanda abarca 32 hectáreas de las cuales, 20 son tierras arables para cultivos extensivos.

Antoni Marí precisó por su parte que la valorización del producto local de Ibiza para que pueda ser rentable con una comercialización en el sector turístico constituye el objetivo principal de su departamento desde que ocupa el cargo de conseller.

Productos de calidad para la sostenibilidad

Uno de los temas que más interés suscitó entre los agricultores asistentes y los gestores políticos es la experiencia que expuso un técnico de La Palma sobre la revalorización de la almendra en esa isla canaria.

El conseller Antoni Marí, ´Carraca´, relacionó aquella iniciativa con el proyecto promovido por la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni para triturar la almendra en la isla, lo que debería permitir un mayor rendimiento económico para los productores.

El titular de Agricultura afirmó que este proyecto está pendiente de la aprobación una aportación del Fondo de Garantía Agraria de Balears (Fogaiba), pero que en todo caso, ese organismo solo cubre un 60 por ciento del coste, por lo que todavía no tiene asegurada su financiación.

Otras dos experiencias que salieron a relucir en la jornada de ayer, en este caso por parte de organizaciones de Catalunya, fueron una iniciativa de recuperación de una variedad de trigo con la que se está produciendo un pan tradicional con marca de calidad, y un proyecto de desarrollo sostenible de una ONG de la comarca de Les Garrigues que elabora aceite de oliva virgen extra en una reserva de fauna.