La Villa del Río fue durante dos horas un amplio escenario de fervor religioso, con asistencia de miles personas procedentes de toda la isla que presenciaron la procesión del Viernes Santo en todo su recorrido. Una amplia representación de la Pasión y Muerte de Cristo en la que participan centenares de vecinos, entre ellos algunos miembros de la Corporación municipal.

Tomaron parte en la procesión tres bandas con más de cien músicos: la de cornetas y tambores de Santa Eulària, la Banda Municipal de la localidad y la de Sant Antoni. Esta última no contaba con todos sus componentes, pero estuvo reforzada con algunos músicos valencianos de vacaciones en la isla.

El desfile religioso se inició puntualmente a las veinte horas en el Puig de Missa. Estaba encabezado por un escuadrón de romanos de 23 componentes, seguidos por los doce Apóstoles y la Samaritana, un personaje bíblico que según la devoción cristiana dio de beber agua a Jesucristo en su camino hacia la crucifixión. Se caracteriza con una mujer desfilando con una jarra de barro.

La Banda de Cornetas y Tambores seguía a continuación tocando a ritmo de paso y aportando las primeras notas musicales del cortejo. A continuación seguían los pasos de las diferentes cofradías, acompañados todas ellos de sus respectivos cofrades.

La primera imagen fue la de Santa Marta, en cuya comitiva desfila el alcalde, Vicent Marí. Sus cofrades visten de rojo con capa verde. Le siguió la Cofradía del Cristo Atado a la Columna, con capuchinos vestidos con los mismos colores que los anteriores, aunque en este caso la túnica es verde y la capa roja.

Música de la banda municipal

Continuaba el desfile la Banda Municipal de Sant Antoni, dirigida por Frank Cogollos, a la que seguía la Cofradía del Nazareno, cuyos miembros visten con túnica morada y capa blanca.

Seguía otro personaje de la tradición: una mujer que exhibe un lienzo con el rostro de Cristo, la Verónica (del latín vera y el griego ikona: verdadera imagen). Es un nombre alusivo a la imagen que se quedó impreso en el pañuelo en el que esta mujer piadosa secó el sudor de la frente de Jesús.

Tras esta, se pudo ver una imagen de Jesucristo con la cruz a cuestas. Se trata del Cristo de la Oración, seguida de cofrades con túnica negra y capa roja. A continuación, más música religiosa, la de los miembros de la Banda Municipal de Santa Eulària, dirigida por Jaime Manuel Ribas.

La siguiente imagen, la del Cristo Yacente, desfiló protegida dentro de una urna de cristal en forma de féretro. Sus cofrades, entre los que se cuenta el concejal socialista José Luis Pardo, visten con túnica negra y capa blanca.

Finalmente desfiló la Dolorosa, acompañada de cofrades con túnica blanca y capa azul y también de las ‘Manolas’, unas mujeres vestidas de negro y ataviadas con mantilla y peineta. Sacerdotes y autoridades cerraban el cortejo.

La procesión transcurrió por el centro de la localidad desde el Puig de Missa. Recorrió las calles del Sol, de Sant Jaume, de Sant Vicent y de nuevo calle del Sol para subir otra vez hasta el Puig de Missa. Todo el recorrido fue seguido por numeroso público en las aceras. El tráfico por el centro de la población estuvo cortado para facilitar la procesión.