Los informes del Consell destacan que la memoria ambiental presentada por los promotores de los sondeos adolece de numerosas omisiones. Por ejemplo, al referirse a las aves marinas, no «especifica ni analiza con el suficiente grado de detalle sus poblaciones y presencia en la zona de influencia». Esto es especialmente significativo, porque existen algunas especies en peligro de extinción, como el virot (pardela balear), y otras altamente protegidas como la gaviota de Audouin.

Tampoco tiene en cuenta las poblaciones invernantes de delfín mular y tortuga marina, protegidas por las normativas ambientales y que tienen en Ibiza y Formentera una de las principales zonas de invernada del conjunto del Mediterráneo occidental, según señalan los informes técnicos aprobados ayer por el Consell Executiu.

En cuanto a las praderas de Posidonia oceanica, «en el inventario ambiental falta el grado de detalle suficiente, lo cual impide el análisis adecuado de los posibles impactos que pueda recibir, así como sus consecuencias para las poblaciones presentes en las Pitiusas».

También ha detectado el Consell que cuando la memoria habla de los espacios naturales protegidos de Ibiza y Formentera, se refiere a ellos de forma mucho más superficial y genérica que con los de Valencia, pese a que tanto unas zonas como otras se encuentran a la misma distancia de las áreas previstas para los sondeos.

Por ello, se pide que «se amplíe el grado de detalle de las variables ambientales de las Pitiusas para su correcto análisis en el proceso de evaluación de impactos».