El Consell Executiu ha aprobado este lunes mostrar su rechazo a las prospecciones petrolíferas en la zona marítima situada entre Valencia e Ibiza. Esta es la respuesta que se enviará a la consulta que ha realizado el Ministerio de Industria y Turismo, así como la necesidad de una evaluación de impacto ambiental.

El presidente del Consell, Vicent Serra, ha manifestado que la respuesta del Consell a esta consulta vuelve a mostrar el "rechazo más absoluto a cualquier actuación de este tipo cerca de las costas de Ibiza" y ha recordado que este rechazo se ha puesto de manifiesto de forma unánime en dos declaraciones institucionales del Consell de Ibiza (en febrero de 2011 y en enero de 2012) así como en dos Proposiciones No de Ley al Parlament (marzo y noviembre de 2011).

Las alegaciones presentadas alertan de los graves riesgos que este proyecto provocará a las poblaciones de pardela balear, delfines, la afectación a las rutas migratorias de cetáceos, el grave riesgo que comporta por las praderas de posidonia, la afectación a los LICS de la zona oeste de la isla y también el riesgo grave de contaminación del fondo marino y las aguas litorales.

El informe medioambiental también destaca los impactos graves al sector económico y social derivados de la afectación al sector turismo.

"El nivel de riesgo ambiental es muy intenso debido a la muy posible aparición de impactos severos sobre elementos ambientales de gran interés y con un grado de sensibilidad muy elevado. Además de dañar áreas de gran riqueza ecológica y a especies de gran fragilidad, se afecta a sistemas naturales que son sobre los que se sustenta la principal fuente económica de la isla de Ibiza", según consta en el comunicado remitido por el órgano insular.

Por su parte, el informe del Departamento de Pesca considera totalmente necesario que el estudio realizado por la empresa sobre los impactos en este sector sean más detallados, así como ampliar el estudio a las acciones de las posibles siguientes fases, y en concreto a las perforaciones de sondeos.

En el gráfico se observa la proximidad de dos de las zonas de extracción (denominadas Altamar I y II) con la costa de Ibiza.

El Consell Executiu ha aprobado el contenido de los dos informes y ha manifestado que el proyecto, "necesariamente", se tiene que someter a evaluación de impacto ambiental, considerando el conjunto de las fases proyectadas: adquisición sísmica y fase de perforación de sondeos.

Posibilidad de desestimar el proyecto

También se ha aprobado que "en función de los graves impactos ambientales y socioeconómicos del proyecto, los cuales difícilmente podrán ser minimizados o evitados, se considera la necesidad de estudiar la posibilidad de desestimar el proyecto por su elevado grado de insostenibilidad".

Las alegaciones consideran "incompatible con la industria turística de las Islas Baleares la ejecución de proyectos basados en la explotación de hidrocarburos en el medio marino".

También se ha reiterado el "frontal rechazo" del Consell Insular a las prospecciones petrolíferas, "tanto por razones ecológicas como económicas" y se solicita al Ministerio de Industria, Energía y Turismo la suspensión automática de cualquier actuación que tienda a realizar prospecciones".

El acuerdo tomado este lunes se remitirá a la Subdirección General de Evaluación Ambiental del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, al Ministerio de Industria, Energía y Turismo, y a la Conselleria de Medio Ambiente del Gobvern de las Islas Baleares.

Asimismo, el pleno del Consell aprobará una nueva declaración institucional rechazando estas prospecciones y haciendo suyos estos informes.