El cielo de ses Figueretes se tiñó anoche de múltiples colores durante unos minutos, con el castillo de fuegos artificiales que como cada año despidió las fiestas patronales de este barrio de Vila.

El espectáculo pirotécnico preparado por la empresa Ricardo Caballer duró aproximadamente un cuarto de hora y los pirotécnicos se esforzaron en ofrecer un espectáculo de primera calidad, en el que el público no notase el recorte presupuestario que también ha afectado inevitablemente a esta actividad festiva.

Los fuegos se lanzaron desde la Illa de ses Rates, situado enfrente de la playa de ses Figueretes, en la que estuvieron trabajando los operarios de la pirotecnia desde primeras horas de la mañana de ayer, para tener preparados todos los detalles en el lanzamiento del castillo. Empezaron a trasladar todos los cohetes a las siete de la mañana.

Entre los aspectos más llamativos de este fugaz espectáculo multicolor estuvieron los fuegos acuáticos que detonaban bajo el mar y que infundieron un atractivo añadido al lanzamiento.

Si bien el espectador no debía notar una gran diferencia entre el castillo de este año y los de ediciones anteriores, los recortes obligaron a reducir el calibre de los fuegos, con unos morteros de menor diámetro, lo cual «condiciona la duración de los cohetes una vez lanzados», explicó a Diario de Ibiza un responsable técnico de la empresa. Los organizadores de ses Figueretes han dedicado a este acto un presupuesto de 10.500 euros IVA incluido.