El bulevar Abel Matutes se convirtió ayer tarde en una fiesta solidaria gracias a la Asociación de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica (Affac) de Ibiza y Formentera. La crisis económica y los recortes que aplican las instituciones a sus ayudas sociales ha obligado a este colectivo a emprender iniciativas diversas para recaudar fondos para evitar su desaparición, lo que supondría un grave problema para sus usuarios.

«Antes celebrábamos cada año un mercadillo por Navidad en la Plaza del Parque durante una mañana. Ahora, en verano, hemos decidido probar suerte con una fórmula distinta y hemos empezado por la tarde. Si funciona repetiremos la experiencia; nos estamos haciendo expertos en mercadillos y festivales solidarios». Así se expresó la presidenta de la asociación, Nora Ávila, que quiso dar las gracias a todas las personas que han colaborado en la iniciativa.

Los recortes derivados de la crisis han afectado seriamente a los presupuestos de la entidad, que ha tenido que dejar de prestar algunos servicios. En 2010 la asociación contrató a dos trabajadoras familiares a cuenta de una ayuda que esperaban del Govern. Pero el convenio no llegó a materializarse y el colectivo tuvo que pagar los contratos con sus propios recursos y actualmente ha tenido que prescindir de estas profesionales.

Deudas por 15.000 euros

El convenio que habitualmente firmaban con el Consell tampoco se ha rubricado desde 2010 y el Ayuntamiento de Sant Antoni no les ha aportado su última anualidad, con lo que adeudan a Affac ambas instituciones sube a 15.000 euros, según la presidenta. «Para una asociación pequeña como la nuestra esto es un agujero importante», apuntó Ávila, quien añadió que además de las dos trabajadoras familiares, se ha tenido que prescindir de una de las dos fisioterapeutas con las que contaban y de la psicóloga. De hecho, uno de los objetivos de la fiesta de ayer era obtener fondos para contratar durante seis meses a una terapeuta, un servicio que la asociación no brinda desde hace unos ocho meses.

Pero los recortes no son exclusivos de las instituciones. Nora Ávila dice que el año pasado la Obra Social Sa Nostra hizo una aportación de 3.000 euros para diversos talleres, pero este año la ayuda ya no ha llegado. «Esto no nos afecta solo a nosotros, son muchas las asociaciones que lo notan», añadió.

A partir de las cinco de la tarde se montaron en el bulevar los tenderetes del mercadillo con materiales del taller de artesanía de la asociación; ropa y artículos de segunda mano donados por los socios y otras personas; tartas caseras o donadas por pastelerías de la ciudad, y bebidas aportadas por las firmas Coca Cola y Gaseosas La Ibicenca.

A las 20 horas estaban previstas las actuaciones de danza y de música. Según Mora Ávila, «todos los artistas acuden desinteresadamente y esto es muy de agradecer».