La Banda Simfònica Ciutat d´Ibiza, bajo la batuta de Manuel Ramón Mas, puso ayer banda sonora al último de los cuatro días de Ibiza Medieval, que, a falta e cifras oficiales de cierre, «todo hace indicar que se va a superar ampliamente el número de visitantes de ediciones anteriores», explicaba ayer la concejala de Cultura, Lina Sansano. La edil toma como referencia el número de usuarios de los autobuses que, en solo dos días (viernes y sábado), subieron a 13.629 personas a Dalt Vila, cuando el año pasado habían transportado a 19.000 en tres días.
«El balance es muy positivo, todo el mundo ha comentado que este año hay más puestos y en más baluartes como Sant Pere, Sant Joan o Santa Tecla, con unas vistas impresionantes», aseguró ayer la alcaldesa de Ibiza, Marienna Sánchez-Jáuregui, que, junto a otros concejales del equipo de gobierno, ha ido visitando la feria durante todos los días de manera informal.
Sánchez-Jáuregui subrayó ayer que la que feria Ibiza Medieval «se consolida como el evento más importante no solo de la ciudad de Ibiza sino de la isla». «Es una de las ferias con mejor fama en España, y es seguro que este año ha escalado posiciones. A ver si conseguimos que sea la número uno en fama de toda España el próximo año», avanzó.
Críticas a la inauguración
A juicio de la alcaldesa, la feria contribuye a que Ibiza «sea conocida no solo por la parte lúdica de las discotecas sino por su cultura, su tradición y su patrimonio» y, además, asegura que es «un gran atractivo para alargar la temporada ya que es un aliciente para visitar la isla durante los primeros días de mayo». Aunque este año han contado con menos presupuesto, «con un poco de imaginación y creatividad se puede hacer bien», añade la alcaldesa.
Consciente de las críticas que ha recibido el espectáculo inaugural de este año, Sansano prometió ayer que la propuesta de apertura de la próxima Ibiza Medieval «será mejor». El de esta edición no gustó por ser confuso y poco interesante. «Es verdad que la misma compañía tiene otro espectáculo mucho mejor pero coincidía que tenían toda la infraestructura en Sudamérica y no lo contratamos porque nos podría haber dejado colgados si fallase el transporte», explicó la concejala.
La alcaldesa, por su parte, aseguró que tomarán nota de los fallos que se puedan subsanar el año que viene.
En el plano positivo, la feria se ha desarrollado sin incidentes de gravedad. Solo se puede destacar la autolesión de un caballero con su escudo en una de las exhibiciones de batallas entre moros y cristianos, una torcedura de tobillo, la picadura de una avispa a un alérgico y algún que otro mareo por el intenso calor que ha sorprendido a esta edición del Medievo.
Sansano destacó también el trabajo de Cruz Roja, Protección Civil y Policía Local, que ha contribuido a que los cuatro días se hayan desarrollado con tranquilidad.
La concejala de Cultura también subrayó la gran afluencia a algunos centros culturales como Madina Yabisa (451 personas el viernes y 263 el sábado), el Museo Puget (1.260 y 978 viernes y sábado, respectivamente) y al reinaugurado MACE (200 personas en dos días).
Este año se ha notado el recorte presupuestario en el menor número de actuaciones de fuera de la isla pero, recurriendo a los artistas y músicos locales, se ha logrado una «excelente calidad de las propuestas», indicó Sansano, que citó, entre otros ejemplos, el del grupo de teatro GAT «que ha arrasado» con la obra ´El juez de los divorcios´ de Miguel de Cervantes, que ayer se pudo ver en el claustro del viejo Ayuntamiento, completamente abarrotado.
Sansano también destacó que este año ha aumentado el número de grupos de fuera de la isla que vienen expresamente a ver el mercado medieval. La Federació de Colles de Ball Pagès de Balears o el grupo de danzas medievales Esbart dansaire d´Andorra la Vella no solo han visitado al feria, sino que pidieron actuar dentro del programa festivo. Además han pasado por Dalt Vila varios grupos de turoperadores coordinados desde la concejalía de Turismo, además de las 60 personas de fuera de la isla que acudieron ayer a la presentación de una colección de autores clásicos de la literatura catalana en es Polvorí. También se han visto por la feria varios institutos en viaje de estudios e incluso una despedida de soltero en la que el novio iba vestido de Blancanieves y sus amigos de siete enanitos.
