La eucaristía por el día grande de Sant Josep se convirtió ayer en un emotivo acto de reconocimiento y apoyo público al párroco, Josep Lluís Mollà, a los pocos días de que el juzgado de Instrucción número 1 de Ibiza acordara el sobreseimiento y archivo de la causa abierta contra él en abril de 2011 a raíz de unas denuncias por supuestos abusos a alumnos del colegio Can Bonet, del que es director y profesor.

La misa comenzó puntual y sin ninguna referencia al caso hasta que, al final de la ceremonia, el propio Mollà tomó la palabra. «Quiero, una vez más, expresar mi gratitud a tantas personas que me han mostrado su apoyo en el último año, el más duro de mi vida», dijo con voz firme, para añadir a continuación que estaba especialmente agradecido al obispo de Ibiza, Vicente Juan Segura, por no haberle apartado de su labor pastoral en la parroquia, en la que ejerce desde el año 2002, a pesar de las acusaciones. Los feligreses acogieron sus palabras con un largo aplauso.

«La sentencia absolutoria [en referencia al auto de sobreseimiento de la causa] es el mejor regalo que podría recibir por mi onomástica», aseguró Mollà. «Estoy contento de poder compartir mi alegría con todos ustedes», añadió. Como muestra de su apoyo, el obispo le dio sobre el altar un fuerte abrazo y también se dirigió al público para alabar la labor de Mollà. «Estoy orgulloso no solo de su comportamiento, sino de toda la gente de la parroquia que desde el primer momento le apoyó», dijo, y recordó a continuación que, poco después de conocerse la acusación, los padres de los niños que debían recibir la Primera Comunión el año pasado insistieron en que fuese el párroco quien presidiese la ceremonia. «Siempre estuve convencido de su inocencia», agregó Juan Segura, quien destacó que, aunque había que dejar que la justicia actuase, «el tiempo ha dado la razón a quienes creían en él». El prelado fue más allá y subrayó la profesionalidad y bondad de todo el clero de las Pitiusas, «porque la gente de Ibiza es buena y eso hace que sea fácil ser párroco aquí», añadió.

El obispo de Ibiza tuvo un detalle especial «con la persona que tal vez ha padecido más en todo este tiempo: la madre de Josep Lluís Mollà». En ese momento, el obispo bajó del altar hacia el banco donde estaba sentada Dionisia Ferrer, la madre del sacerdote, que, muy emocionada, recibió entre lágrimas el abrazo y las palabras de consuelo de Vicente Juan Segura.

Apoyo de los feligreses

Las muestras de solidaridad y cariño con el párroco no terminaron ahí, ya que nada más terminar la ceremonia las autoridades que ocupaban las primeras filas de los bancos de la iglesia, como la alcaldesa de Sant Josep, Neus Marí, Berris; el portavoz de la oposición municipal y exalcalde, Josep Marí Ribas, Agustinet, y el presidente del Consell, Vicent Serra, entre muchos otros, se acercaron a Mollà para felicitarle por el auto que archiva su caso y mostrarle su apoyo.

El presidente del Consell de Ibiza aprovechó el acto de descubrimiento de la placa de recuerdo al diputado de las Cortes de Cádiz Josep Ribas para dar la «enhorabuena» a Mollà por haber sido definitivamente exculpado.

Mientras los obreros de la parroquia repartían orelletes y vino entre los feligreses, muchos aprovecharon para acercarse al sacerdote e interesarse por su situación actual. Mollà se mostró muy sonriente durante toda la fiesta. «Lo ha pasado muy mal», comentaba una feligresa mientras veía pasar la procesión.

Al margen de las referencias al caso de Josep Lluís Mollà, la agenda festiva del día siguió su curso con normalidad.

La misa comenzó puntual, arropada por las voces del coro dirigido por Jordi Martí, que también se ocupó el órgano. El obispo de Ibiza centró la homilía en la figura de San José, al que definió como «modelo de santidad para todos», un hombre «justo», que entendió su misión y que defendió a Jesús «de los ataques de Herodes». «Era un carpintero que mantuvo a su familia» y que se realizaba a sí mismo «a través del trabajo».

Al finalizar la ceremonia y tras la procesión la Colla de Sant Josep ofreció sus llargues y curtes en la plaza de la Iglesia.

La asistencia de autoridades a la fiesta grande de Sant Josep fue una de las más numerosas que se recuerdan, ya que no solo estaban presentes los miembros del equipo de gobierno y de la oposición prácticamente al completo, sino también las alcaldesas Pepita Gutiérrez y Marienna Sánchez-Jáuregui, el alcalde Vicent Marí, los consellers insulares Pepa Costa, Álex Minchiotti y Vicent Roig; el senador, José Sala; el director insular de la Administración del Estado, Rafael García Villa, y la delegada de Educación, Belén Torres, además de los diputados autonómicos Miquel Jerez, Carolina Torres y Pere Palau, entre otros. Durante la ceremonia eclesiástica destacó el momento en el que el obispo invitó a los presentes a darse la paz y el triángulo formado por Agustinet, Neus Berris y Vicent Torres no tuvo inconveniente en hacerlo, aunque en los plenos no reine tanta armonía.

El auto

SOBRESEIMIENTO Y ARCHIVO

Un año después

La jueza María Risueño Cortés, del juzgado de Instrucción número 1 de Ibiza, emitió un auto que acuerda el sobreseimiento y archivo de la causa abierta contra Mollà en abril de 2011 por supuestos abusos sexuales.