­Ni siquiera para algunos ibicencos resultó fácil adivinar el significado de palabras como cric, blonco, torisa, clavi o darjo. Menos aún lo fue para Carmen, María, Sigrid y Joan, los integrantes de ´El cerdo y sus agridulces´, uno de los cuatro equipos que compitieron para erigirse como triunfadores en el I Verro Olímpic que se celebró ayer en la cooperativa de Sant Antoni. «Es muy difícil. Es que nosotros somos de fuera, yo alemana y ella de Burgos», justificaban dos de las chicas tras haber acertado solo una de las trece palabras: pega, que se traduce al castellano como brea.

Ya habían realizado casi la mitad de las once pruebas preparadas por los organizadores y la que más éxito había tenido entre ellos era el Porró. «Nos ha refrescado», resaltó Joan, al tiempo que una de sus compañeras se lamentó por haber tomado Coca Cola: «Si lo sé pido vino, porque la Coca Cola se me ha quedado aquí en la garganta».

A Carlos y Toni, sin embargo, la prueba del porrón les pareció «muy dura». «Era mucho vino; estar un minuto o dos bebiendo es cansado», comentaron los chicos, miembros de ´Sofrit Pagès´. A ellos, la Pixada era la que más les había gustado hasta el momento y no se les dio nada mal: en 1,49 minutos llenaron con agua amarillenta lanzada con pistolas un orinal situado a tres metros de distancia. «Era fácil hacer puntería», dijeron.

Sin embargo, para sus compañeras, Sabina y Eva, que discreparon sobre quién tuvo más puntería, el Kamasutra fue la prueba más divertida. «Es que las posturas salen naturales», señalaron algunos. En este caso, se trataba de explotar un globo con el cuerpo simulando posiciones del famoso libro, pero sin repetirlas. «La va a matar», se oyó comentar entre el público y a carcajadas mientras una componente de ´El cerdo y sus agridulces´ se tiraba sobre otra cual salto del tigre.

Los otros dos equipos, ´Pixolives´ y ´Metzinats´, coincidieron en destacar la Pista Americana entre las demás pruebas. «Estaba muy guapa, aunque nos hemos dejado las rodillas», resaltó Víctor, miembro del primer grupo, mientras Adrián y Ramón mostraban sus articulaciones enrojecidas. En su caso, el nombre de ´Pixolives´ lo eligieron de manera «improvisada», al igual que los disfraces de frailes que llevaban y que eran su segunda opción después de no conseguir entrar en la primera. Estos chicos, que formaban equipo con otro llamado Albert, a mitad de la competición se mostraban bastante satisfechos con sus marcas. «Me parece que vamos bien», comentó uno.

«Son muy duras y muy auténticas. Está bien recuperar viejas costumbres, aunque un domingo a las cuatro de la tarde es matador», afirmó Tamara, miembro de ´Metzinats´, mientras trataba de recobrar el aliento tras una prueba. Sus tres compañeros, David, José y Toni, ataviados de bebé en honor a este último, que será papá en el mes de marzo, se preparaban para la siguiente, el Cabriol, en la que uno del equipo tira de un carro ligero al que va subido un compañero y al llegar a una pila de balas de paja el que va sentado ha de trepar hasta arriba, bajar por el otro y subir de nuevo al carro hasta llegar a la meta. «No lo había visto tan alto al principio», afirmó uno de los chicos, tirado por el suelo, al acabar.

Al final, hubo premios para todos. ´Pixolives´ lograron el primer puesto y se llevaron el viaje a Formentera; ´Sofrit pagès´, segundos, y consiguieron la cena en Es Ventall y la partida de Paintball, y ´Metzinats´ fueron terceros y obtuvieron sesiones de karts. Además, Sabina, de ´Sofrit Pagès´, ganó el 120 kilos de cerveza por el mejor disfraz –cocinera con barretina–, pero quiso repartirlo con el resto de equipos.