En quince minutos, el corto documental ´Vamos de vinos´ hace un recorrido por las bodegas pitiusas y sus caldos. Este trabajo parte de una idea de Jorge Santos, un joven madrileño afincado en Ibiza, y es también un capítulo piloto de una serie de documentales sobre zonas vinícolas españolas que espera vender a algún canal de televisión. Santos es experto en vinos y se dedica a organizar catas y otros eventos por todo el mundo desde su despacho de Portinatx. Acaba de enviar vinos españoles a un concurso en Hong Kong.

—¿De dónde surge ´Vamos de vinos?

—Una cadena de televisión nos hizo un encargo para hacer una serie de programas sobre el vino por toda España. Con mis amigos Javier Ortega y Mar Torres, de la productora Euromex, hemos hecho un programa piloto sobre vinos de la tierra de Ibiza y Formentera. Con motivo de la fiesta del vino de Sant Mateu le hemos dado forma de corto documental para que se proyecte.

—¿Se va a emitir en alguna cadena de televisión?

—Las cosas de palacio van despacio pero estamos trabajando para conseguirlo y ya hay alguna cadena interesada. Hacemos un recorrido por las principales bodegas de Ibiza y Formentera para que la gente vea todo lo que hay detrás de un vino. Paisajes, cultura, tradición... Terminamos de rodar en octubre o noviembre del año pasado.

—¿Dónde se proyectará?

—Mañana [por hoy] sábado a las 19 horas en el restaurante Can Cires, que nos ha ayudado mucho. Terminamos el rodaje en este restaurante con un maridaje de platos típicos de Ibiza y sus vinos.

—¿Qué es lo que le ha sorprendido más de las bodegas de Eivisa y Formentera?

—En Ibiza hay una tradición vinícola mucho más importante de lo que la gente cree. Desde la época de los fenicios se tiene constancia de la elaboración de vinos en Ibiza. Hay ánforas con sellos que eran como las denominaciones de origen de entonces. Ahora, desde hace ya varios años, unas bodegas de la isla se han atrevido a elaborar vino más cuidado, con calidad, saliéndose un poco de lo que es el vino payés. Era una apuesta arriesgada pero cada vez tienen más calidad. Hay vinos muy interesantes en las islas. No hay mucha producción, pero sí calidad.

—¿A usted le gustan los vinos ibicencos?

—Me gustan, claro.

—¿Algún favorito?

—Todas las bodegas de las que te he hablado tienen vinos interesantes, decir uno es un poco comprometido [risas]. Que la gente los descubra. Hay vinos más económicos y otros más caros y de más nivel. Casi todo el mundo se centra en las grandes denominaciones como Rioja o Ribera del Duero, que están muy bien... pero hay que conocer otras regiones.

—¿Cree que hay gente con prejuicios sobre el vino ibicenco? ¿Que sigue pensando que es un vino de casa peleón?

—El vino payés está muy bien. Es un vino casero, para tomar con la familia. Otra cosa es el vino embotellado, que tiene otra calidad. No hay ni por qué compararlos.

—¿Tiene en mente ampliar la serie de documentales a todas las denominaciones de origen españolas?

—Me gustaría hacerlo sobre las diferentes zonas vinícolas de toda España. Enfocado a un público joven. Continúa el mito de que el vino de calidad es algo elitista y aburrido. Hay que difundir la cultura del vino en España. Si se difunde un poco creo que más gente va a saber apreciarlo y disfrutarlo más. Queremos dar a conocer que no solo se elabora un vino de calidad en la Rioja o Ribera del Duero. Hay vinos excelentes en Aragón. En Galicia hay algo más que los albariños. En Castilla-La Mancha no solo se elabora vino a granel. En Ibiza y Formentera se hace muy buen vino pero es un aspecto desconocido.

—¿El mundo del vino es fotogénico?

—Mucho. Las bodegas contratan a los mejores arquitectos para que diseñen sus sedes... cada vez se cuida más la imagen, desde las etiquetas a la botella. Hay un mundo muy interesante por descubrir. Es indudable que Francia es una potencia de vino pero España, a día de hoy, está por delante y no es por barrer para casa. Si te pones a comparar la calidad y el precio ya no es que vaya por delante sino que está a años luz.

—Pero los franceses saben vender muy bien lo suyo.

—Eso es lo que nos falta. Que se difunda la cultura del vino y que la gente lo conozca. Se cree que hay que gastarse un dineral para beber un buen vino pero no es así.

—El consumo de vino ha bajado en favor de la cerveza.

—Yo, que estoy metido en el sector, veo que la gente se queja mucho. El consumo ha bajado en general y los vinos de alta gama están sufriendo algo más. Es verdad también que a mucha gente se le fue la cabeza poniendo precios a los vinos hace unos años. Si conoces un poco o te dejas aconsejar, te das cuenta de que no te tienes que gastar un dineral para disfrutar de un buen vino.

—¿Está justificado que un vino cueste 1.000 euros?

—Hay vinos en los que sí está justificado un precio alto porque tienen una vendimia súperseleccionada, la producción es bajísima y en unas parcelas súperexclusivas. Ese vino es caro por algo. Se ha recolectado a mano, a veces limpiando el racimo uva a uva. También se da el caso de vinos que se han hecho un nombre y se disparan los precios. Mientras la gente lo pague... Más que 2.000 euros o 1.000 euros, donde lo que estás pagando es la exclusividad, lo que sí está justificado es pagar 100 euros por un buen vino del Priorat de viñas de una zona agreste con una producción escasa de cepas antiguas... En ese caso sí. En España los vinos más caros cuestan 900 ó 1.000 euros y son de una bodega que hizo un buen vino con una buena campaña de marketing. Si se lo quitan de las manos por 1.000 euros no le van a bajar el precio. Pagas la exclusividad y la producción muy limitada.

—¿La producción limitada encarece los vinos de Ibiza?

—Hay que tener en cuenta que aquí no puedes tener una bodega con 500 hectáreas. Además, en las Pitiusas se cuida mucho el cultivo, que suele ser ecológico. Es mucho más trabajoso sacar una uva de calidad con un cultivo ecológico que si tiras de pesticidas. Si la gente entiende estos detalles apreciará más el producto que tiene en la mano.

—¿La relación calidad-precio de los vinos de Ibiza es buena, según su criterio?

—Sí, es correcta.