­Decenas de personas celebraron ayer el día grande de Sant Miquel con una ceremonia religiosa presidida por el obispo, una procesión y una exhibición de ball pagés a cargo de Sa Colla de Balansat. Los 10 kilos de bunyols y las 200 orelletes que se repartieron en el Puig de Missa entre los asistentes endulzaron esta jornada festiva.

El tradicional repique de campanas anunciaba a las 9 horas que comenzaba oficialmente el día más esperado de los miquelers. Poco antes de alcanzar las doce del mediodía decenas de personas aguardaban sentados en los bancos de la iglesia para escuchar la misa presidida por el obispo de Ibiza, Vicente Juan Segura. En las primeras filas se encontraban el presidente del Consell Insular, Vicent Serra, el conseller y alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, Carraca, la alcaldesa de Sant Antoni, Pepita Gutiérrez, y el presidente del Partido Popular de Ibiza, Miquel Jerez, entre otras autoridades y políticos.

Dos vecinos de Sant Miquel, Maria Ferrer y Toni Guasch, llegaron minutos más tarde. La parroquia ya estaba abarrotada, pero no les importó esperar en el Puig de Missa a que terminase la ceremonia religiosa. «Estas fiestas las disfrutamos igual que antes porque sigue habiendo misa y ball pagés, que es lo que nos gusta», explicó Ferrer, que se considera una miquelera más a pesar de haber nacido en Santa Eulària.

Alrededor de las 13 horas se celebró la procesión, cuyas imágenes fueron cargadas por los obreros de la parroquia de Sant Miquel. Tras el breve recorrido por la calle del Puig de Missa comenzaron a repicar tambors y castanyoles. La multitud se apartó del centro del patio de la iglesia para dejar espacio a las ocho parejas de Sa Colla de Balansat para que comenzaran su exhibición del tradicional ball pagès.

Mientras tanto, miembros de la Comisión de Fiestas repartían orelletes, bunyols y refrescos entre los asistentes, entre los que se hallaba la concejala de Fiestas de Sant Joan, Silvia Tur: «Estas fiestas se han preparado con tres meses de antelación. Además, así como está la economía, hemos tenido que organizar más actividades para recaudar dinero». Por su parte, Carraca prefirió no hablar de crisis en el día grande del pueblo y optó por felicitar a todos los Miquels y destacar el «amplio programa» de actividades de este año.

Una de las integrantes de Sa Colla de Balansat, Joana Palau, confesó después de su exhibición que para ella era muy especial bailar en el día del patrón de su pueblo. «Es un día que esperas todo el año, ya que lo sientes más», contó Palau.