Joan Barbé asegura que el optimismo y la puntualidad no son sus virtudes pero llega a la entrevista a la hora pactada y con una sonrisa. Es Omar Gisbert el que se presenta tarde pero con causa justificada: el coche le ha dejado tirado. Un pequeño contratiempo en una semana en la que no paran de recibir felicitaciones por el Premio Ramon Llull a su proyecto ´Ressonadors´, en el que han pasado por chapa y pintura algunos de los temas más queridos y populares del cancionero pitiuso con importantes colaboraciones. Ya tienen segundo disco en el mercado.

–¿Este premio reconoce una buena idea?

–Joan Barbé: Cuando nos conocimos en 1998 Omar ya tenía la idea de hacer esto algún día. Congeniamos bastante bien y me iba contando el proyecto, me pidió que tocase la batería en algún tema. Al final acabamos tocando juntos en Statuas de Sal y trabajando en el estudio. Hace tres años, en 2008, volvimos a retomar el proyecto, era el momento y se daban las circunstancias. Al principio con dudas... Yo estaba asustado por el hecho de que no eran canciones propias sino con siglos de historia. En los años 70, cuando UC las versionó con guitarras españolas y flautas ya se puso el grito en el cielo. Decían que se habían cargado la música popular. En su momento recibieron palos.

–¿Qué les parece la polémica que se ha creado a raíz de la presentación del prototipo de flauta ibicenca de resina de poliéster?

–J. B: Me siento bastante identificado con el chaval que lo ha hecho porque no deja de ser algo parecido a lo que nosotros hacemos. No es exactamente lo mismo pero estoy seguro de que el fin que persigue sí lo es: divulgar la cultura ibicenca, conservar un instrumento que cada vez usa menos gente y es más difícil de conseguir.

–Omar Gisbert: Lo que de diría a las colles con toda mi buena fe y respeto es que no tengan miedo a que esta flauta vaya a sustituir o perjudicar a la flauta tradicional. Si los chavales conocen la flauta y aprenden a tocarla acabarán comprando una artesanal porque será como tener una Gibson para un guitarrista.

–¿Cuando se embarcaron en el proyecto eran conscientes de que iba a tener el éxito que ha tenido?

–J. B: En general éramos optimistas. Llevábamos tiempo trabajando en la música y creíamos que la idea de Omar era buena. Contar con varios artistas, cada uno en una canción... Creíamos que el proyecto iba a salir bien y que no nos íbamos a dar con un palmo de narices. Yo era más pesimista que Omar, pero aún así el proyecto ha sobrepasado las expectativas más optimistas multiplicadas por diez. Había que hacer el disco con cariño y con tacto. Si a alguien no le gustaba, al menos que no pudiera decir que era una manera frívola de abordar las canciones. Cuando ves que haces un concierto y vienen 3.000 personas cobrando entrada y lloviendo... Eso ya nos dio un pequeño adelanto de la repercusión que tendría en disco. Es el sueño de cualquier artista, aunque tengas un público, un target, intentas abarcar cuanto más público mejor y, en este caso, ´Ressonadors´ lo ha conseguido... o lo han conseguido las canciones porque, al fin y al cabo, no hemos hecho más que coger las canciones y vestirlas.

–¿Quitarles unos cuantos refajos?

–J.B: Exactamente, quitarles refajos y ponerles un vestido un poco más ligero.

–¿Cual fue la reacción al conocer el premio?

–O. G: Nos llamaron desde Palma. Un número con muchas cifras [risas] que resultó ser de Presidencia. No conocíamos mucho estos premios aunque sí el Institut Ramon Llull, ya que hemos trabajado con ellos. En todo caso ha una sorpresa muy grande.

–J. B: Hay gente que se enteró antes incluso que nosotros, nos felicitaron enseguida amigos como Iván Doménech.

–O.G: No es solo un premio para ´Ressonadors´ sino para la cultura ibicenca. Da fe de que el proyecto ha realzado simplemente la calidad que ya tiene la música popular ibicenca. El proyecto se nutre de eso. Era un diamante en bruto y eso toca a todos los pitiusos.

–¿Tantas horas juntos, trabajando en los dos álbumes, han hecho que se mimeticen?

–O. G: Demasiado, demasiado.

–J. B: En cuanto nos den un Grammy nos separamos [risas].

–Han tenido un éxito rotundo en Ibiza y Formentera ¿Creen que el disco puede funcionar fuera de las islas, o está reducido a un ámbito local?

–O.G. Justamente este premio va a ser una buena publicidad para darnos a conocer un poco más en Mallorca. El disco está más o menos presente en los países de habla catalana gracias a una distribuidora con la que trabajamos. El que haya participado gente como Celtas Cortos en el último disco también es un pequeño toque de atención.

–J. B: Lo enfocamos para la gente de aquí, que lo va a sentir más. Pero sí que creemos que puede ayudar a cambiar algunas cosas. Fuera de la isla la suma de música y Ibiza significa un disco de David Guetta o de Carl Cox. Gracias a Celtas Cortos, Javier Vargas o Carlos Segarra, que están en este disco, igual se puede cambiar un poco la idea de que solo se hace house en Ibiza, que hay más diversidad y que esta es realmente la música de los ibicencos.

–¿Cómo va el segundo disco?

–Pues muy bien (responden a la vez).

–Mañana ofrecen un concierto didáctico en el colegio Virgen de las Nieves, donde han estado trabajando las canciones del disco en todas sus facetas: musical, histórica, lingüística y hasta geográfica.

–O. G. Cuando nos llaman profesores y colegios nos dan una alegría tremenda. El proyecto ´Ressonadors´ está enfocado a reactivar la música popular de cara a la juventud. Por eso, cuando los padres nos dicen que sus hijos cantan ´Jo tenc una enamorada´ nos encanta.

–J. B: Hemos visto un vídeo en youtube de un profesor de un área de integración en el que aparecen cuatro alumnos: uno de Marruecos, el otro de Israel y los otros dos de no sé dónde cantando todos ´Anarem a Sant Miquel´. Se me pusieron los pelos de punta.

–¿Cuál es el secreto del éxito de ´Ressonadors´?

–O. G: Se ha despertado un sentimiento que tenía la gente dentro. La gente se siente orgullosa de sus canciones y nosotros nos hemos limitado a sacarlas a la luz.

–J. B: Gracias a UC, que hizo las versiones hace 30 años, se recuperó bastante. Si ellos no lo hubieran hecho, si no hubieran ido a hablar con el médico de Sant Llorenç que se sabía tal canción nosotros no hubiésemos hecho este trabajo.

–O. G: Con las canciones ibicencas pasaba un poco como con los villancicos: todos nos sabemos los estribillos pero nadie se sabe el resto de la letra. En el primer disco nos aprovechamos de la ´precampaña´ de investigación que había hecho UC, mientras que en el segundo también hicimos, sobre todo Joan, más trabajo de campo y rescatamos alguna canción.

–J. G: Ojalá lo que hemos hecho nosotros y en su día hizo UC lo hagan otros dentro de 30 ó 40 años, porque eso significará que las canciones están vivas. ´Ressonadors´ es lo que es no por nosotros sino por las canciones y por los cantantes y músicos que han puesto en él su grano, bueno su granaco de arena.

–O. G: Si el día de la entrega de premios tenemos que nombrarlos a todos nos van a echar de Mallorca.

–¿Ha sido duro el camino?

–J. B: Pues cuando no había nada todavía y presentábamos el proyecto no teníamos claro si iba a gustar o nos iban a dar palos.

¿´Anarem a Sant Miquel´ con una guitarra eléctrica? Ahora parece todo muy bonito pero...

–O. G: Aquella primera toma de contacto con dos tíos melenudos, porque entonces llevábamos los dos el pelo largo, que dicen que van a hacer un disco de canciones populares con guitarras eléctricas... La primera reacción era un poco, uf, pero enseguida lo entendieron.