No siempre se pueden planificar los viajes con tiempo para lograr el mejor precio. Los habitantes de las islas saben bien que conseguir un billete para el mismo día es mucho más caro, pero lo que muchos no saben es que la compañía Ryanair no aplica el descuento del 50% a los residentes, tal y como le obliga la ley, en varios casos: cuando deben comprar el billete por teléfono o en la oficina del aeropuerto. Estas situaciones se suelen dar cuando hay que salir a toda prisa de la isla por alguna razón urgente en la que una hora de diferencia entre vuelos puede resultar vital.

La directora general de Transporte Aéreo y Marítimo del Govern balear, Joana Maria Amengual, alerta sobre esta práctica, ya que «es totalmente ilegal». «Se saltan la normativa claramente. Las compañías están obligadas a aplicar el descuento a los residentes en cualquier tipo de billete, se venda como se venda», subraya. Amengual aconseja a los afectados que presenten reclamaciones ante su propia dirección general, ante la de Consumo o en el Ministerio de Fomento, que es el que tiene las competencias en este asunto. Un portavoz de este departamento también recordó ayer que no bonificar los billetes a los residentes es ilegal y animó a los pasajeros que quieran reclamar que se dirijan a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (su web es seguridadaerea.es).

Ryanair aplica el descuento a los residentes en los pasajes que vende en su web, pero solo se pueden adquirir por esta vía seis horas antes de que salga el vuelo. Después, la única forma es recurrir a un centro de ventas por teléfono o a la oficina del aeropuerto. En estos casos, la única explicación que dan tanto las operadoras telefónicas como la empleada de la compañía en la terminal de Ibiza es que la empresa no permite aplicar la rebaja a los habitantes de las islas, por lo que deben pagar el billete íntegro aunque un Real Decreto obliga a las aerolíneas a efectuar este descuento a los residentes y a su equipaje en cualquier tipo de billete, se venda por el medio que se venda. «Nuestro sistema no nos permite hacer el descuento por teléfono», se limita a responder la teleoperadora. Lo mismo que la empleada que atiende la oficina en el aeropuerto: «En taquilla no nos dejan hacer el descuento. Además, nosotros no estamos para vender billetes», zanja.

De 72 a 174 euros

De esta forma, un ibicenco que ayer quisiera viajar a Madrid en el vuelo de Ryanair de las 17.50 horas (el único que ahora tiene la compañía de Ibiza a la capital), tenía que pagar 174,25 euros por el billete sin maleta incluida, mientras que si lo hubiera adquirido por la web se hubiera quedado en 72,15; pero aún podría ser peor: si hubiera tenido que facturar una maleta, tendría que pagar 35 euros más (15 kilos), mientras que en la web le hubiera sumado 11,07 más (ya que las compañías también deben rebajar el 50% al precio que cobran por el equipaje de los residentes). Y si además faltan menos de cuatro horas para el vuelo, ya no es posible imprimir desde la web la tarjeta de embarque, por lo que la compañía cobra otros 40 euros por este concepto, en una práctica que los tribunales ya han invalidado, aunque la compañía ha recurrido. Total: un residente que ayer hubiera tenido que coger el primer vuelo para viajar a Madrid habría tenido que pagar 249,25 euros por un billete de Ryanair (35 euros menos sin maleta). Si este viajero hubiera tenido alguna hora más y hubiera podido sacar su pasaje por Internet, habría pagado 72,15 euros (83,22 con una maleta de 15 kilos), ya que habría imprimido su tarjeta de embarque en casa y se habría ahorrado los 40 euros. Este periódico obtuvo estos datos ayer mismo llamando a un centro de ventas de Ryanair en dos ocasiones y consultando la web de la compañía.

El martes, una residente en Ibiza se encontró en esta situación: debía viajar urgentemente a Madrid debido al grave estado de salud de un familiar, y al tratar de comprar un billete en el aeropuerto, ya que faltaban tres horas para que saliera el avión de Ryanair, se enteró de que la compañía no le aplicaba el descuento de residente y por tanto el billete ascendía a 210 euros (solo ida y sin derecho a facturar maleta). Indignada ante lo que consideró un abuso de la aerolínea, optó por volar a la capital vía Barcelona en un vuelo de Spanair que le costó 81,14 euros (con derecho a facturar una maleta) y que llegaba a la ciudad solo un cuarto de hora después que el de Ryanair. Spanair sí le aplicó el descuento de residente, como es preceptivo.

Un portavoz de Ryanair aseguró ayer que la compañía «no vende billetes ni por teléfono ni en sus oficinas del aeropuerto» y cuando este periódico insistió en que sí, y le recordó que de hecho la propia página web ofrece esa posibilidad a los usuarios, el representante de la compañía contestó que ignoraba esta circunstancia y que en cualquier caso «es excepcional».