Son las once de la mañana del sábado y Rafael Artesero apenas ha dormido unas horas. La fiesta en Barcelona para celebrar que ´Que me quiten lo bailao´, representará a España en el Festival de Eurovisión, se alargó hasta las seis de la madrugada. Eufórico, arrastra su maleta saliendo del hotel cercano a los estudios de Televisión Española en el que ha pasado la noche después de la gala final de ´Destino Eurovisión´, el programa en el que el público escogió a la representante española en el concurso, Lucía Pérez, y el jurado eligió la canción del bilbaíno afincado en Ibiza hace más de 20 años.

La exultante alegría de Artesero actúa como analgésico a la hora de recordar el momento más tenso de la gala, que estuvo a punto de frustrar su sueño. En la votación del jurado (formado por Boris Izaguirre, Sole Giménez, David Ascanio, Reyes del Amor y Albert Hammond) su canción quedó empatada a puntos con el lento ´Abrázame´, pero como tenía más votaciones con la máxima puntuación, según las normas del concurso era la ganadora. La cantante gallega, sin embargo, confesó que prefería concursar con la balada, así que desde el programa, a través de Anne Igartiburu, presionaron a Boris Izaguirre para que cambiara su votación y hacerle el gusto a la gallega. El venezolano, sin embargo, mantuvo su apuesta por la canción compuesta en Ibiza.

«Hable con Lucía después de la gala. Entiendo que, como cantante, prefiera cantar una balada para lucirse. Es el tipo de canción que más le gusta a la gente que canta bien. Pero también le dije que Eurovisión no es solo una canción, es una puesta en escena, y que con mi canción había brillado en el escenario mucho más que con las otras dos que había interpretado; tengo que reconocer que fue muy profesional, sabía que el tema no era el que más le gustaba y lo defendió a la perfección», explica el compositor, que confiesa que el lunes por la noche, al darse cuenta de que la gala coincidía con la luna llena, tuvo el pálpito de que ganaría. «La luna llena siempre me ha dado cosas buenas», comenta ya en Ibiza, con la batería del móvil agotada de tantas llamadas y mensajes. A pesar de la conversación para aclarar las cosas con la cantante y de que todo salió bien, el compositor reconoce que la gala le dejó «mal cuerpo». Ayer por la mañana, sin embargo, la cantante ya se mostraba más conforme con el tema, según explicó en todas las entrevistas que concedió.

Rafael Artesero confiesa que le costó ver a Lucía Pérez como la cantante de ´Que me quiten lo bailao´. «Hasta que no la vi cantar en la semifinal ´Boom bang a gang´, de Lulu, no tuve claro que podría hacerlo. La vi ahí, en el escenario, con tanta frescura y con tanta energía que empecé a pensar que era la cantante adecuada», señala Artesero, a quien se pudo ver en bastantes ocasiones durante la retransmisión de la gala porque muy poco antes de comenzar la emisión le pidieron que cambiara su asiento en el backstage con los padres de Lucía. El compositor, que ha participado en la selección de canciones para Eurovisión todos los años desde 1992 -«el 95 fue el único que no me presenté», matiza-, imagina para su canción una puesta en escena «simpática y fresca». «Esta canción es todo alegría, me gustaría ver algo alegre en el escenario», explica Rafael Artesero que, si tuviera que quedarse con una canción de todas las que han representado a España en Eurovisión, escogería el ´Eres tú´ de sus vecinos Mocedades.