—¿Qué cupo de pacientes tiene la unidad?

—Tenemos cuatro consultas semanales y vemos 20 primeras visitas y 40 segundas cada semana. Desde 1994 se ha tratado a 4.000 pacientes y hay más de 10.000 personas que han pasado por esta unidad para hacerse estudios, aunque no todos hayan tenido que recibir tratamiento. No todos los estudiados presentaban patologías. Los que han sido tratados con CPAP [aparato de ventilación no invasiva que facilita la respiración y corrige la apnea] son 4.000. Hacemos seis estudios diarios, cuatro en el hospital y dos en casa. A algunas personas se les explica en el hospital cómo tienen que colocarse el aparato, se lo llevan a casa, duermen con él y nos lo traen al día siguiente.

—Su trabajo incluye diferentes facetas.

—A nivel docente, soy tutora de residentes de neumología. Cuando estoy de guardia veo enfermos hospitalizados de neumología general y hago una consulta semanal para asmáticos, enfermos de EPOC… Pero mi labor principal es asistencial y de investigación de trastornos respiratorios del sueño. En esta vertiente veo en consulta a pacientes que vienen derivados de otros especialistas y de los que se sospecha que pueden tener apnea del sueño. En la faceta de investigación formamos parte de una red nacional de centros, hay un grupo español de sueño muy potente y participamos en estudios con diferentes tipos de pacientes.

—¿Qué está investigando ahora?

—Estamos llevando a cabo un estudio sobre apnea e hipertensión arterial y vamos a empezar otro en el que participan 21 centros y en el que se estudiará la relación de la apnea con el infarto de miocardio. A nivel local se trabaja en los efectos cardiovasculares de la apnea del sueño y la somnolencia.

—¿Qué síntomas suelen presentar quienes sufren apnea del sueño?

—El ronquido y las paradas respiratorias durante la noche. Estos enfermos son las típicas personas a las que su pareja les tienen que mover constantemente porque paran de respirar mientras duermen y no vuelven a coger aire hasta que les menean. Los enfermos de apnea sufren microdespertares durante la noche, su sueño se fracciona y, aunque duerman muchas horas, no logran un descanso reparador. Por esta razón durante el día se encuentran cansados y no pueden concentrarse. De hecho, la somnolencia diurna es el síntoma más frecuente, aunque no todos los enfermos lo presentan. La apnea también puede provocar disfunción sexual, sobre todo en el varón, y alucinaciones nocturnas. A corto plazo lo más frecuente es la somnolencia, la falta de concentración y la pérdida de memoria, pero a largo plazo también incrementa el riesgo de hipertensión, embolias cerebrales e infartos por falta de oxígeno en la sangre. Es lo que ocurre cuando la vía aérea superior se colapsa.

—¿Y el tratamiento más adecuado es el CPAP?

—Se trata de un compresor de aire que con un tubo y una mascarilla da presión y evita que la vía aérea se cierre. Así evitamos todas las consecuencias. No es más que un compresor de aire, no proporciona al paciente oxígeno sino aire que coge de la misma habitación.

—¿Cuál es el porcentaje de afectados por este tipo de problemas?

—Problemas del sueño durante la vida puede tenerlos el 60 por ciento de la población, porque ahí se incluye el insomnio por situaciones de estrés como la muerte de un familiar o el estrés laboral diario. La apnea afecta a un 10 por ciento de la población, aunque no todas las personas necesitan tratamiento. Si se observan los grupos de población, las prevalencias también son diferentes. La apnea es más frecuente en varones de más de 40 años, obesos y con cuello grande, porque se relaciona mucho con la grasa que se acumula alrededor del cuello. Un cuello así hace que se colapse más fácilmente la vía aérea, por eso cuando hay una apnea leve, antes de poner la máquina, se recomienda que el paciente duerma de lado porque boca arriba el diámetro es más estrecho y el colapso más probable. Para eso se han inventado miles de cosas, hasta pijamas con pelotas de tenis detrás para que el paciente no pueda estar boca arriba y se tenga que girar.

—¿Qué pautas se pueden seguir para evitar la apnea?

—No hay que beber alcohol a última hora de la tarde porque es un relajante muscular, la medicación para dormir también causa más apneas.

—¿Qué diferencias hay entre hombres y mujeres?

—Ellas relatan sus trastornos de forma diferente, minimizan los síntomas y les dan menos importancia que el hombre. Además, ellas advierten a sus parejas de que dejan de respirar, pero ellos están dormidos y no se dan cuenta si la que sufre la apnea es ella. No es que haya menor incidencia, es que a ellas se les diagnostica menos.