Una ola de frío polar que se ha instalado desde hace unos días en el Mediterráneo y permanecerá allí estancada previsiblemente hasta hoy es la causante de las bajísimas temperaturas que se registran en Ibiza y que han dejado niveles bajo cero en numerosas localidades de la isla.

El portavoz del Centro Meteorológico de Balears, Agustí Jansà, confirmó que anteayer de madrugada se registró una mínima de –2,5 grados centígrados en Sant Joan de Labritja, aunque el día anterior esta temperatura había sido de –2,7 grados. En otras partes de la isla se registraron datos bajo cero, como en Santa Eulària, donde a las ocho de la mañana de ayer había –1 grado.

Estas temperaturas han provocado heladas generalizadas en todo el campo, que a primeras horas del día aparecía cubierto por un manto blanco, que no desaparecía hasta la llegada de los primeros rayos solares.

Agustí Jansà confirmó que estas temperaturas «están claramente por debajo del nivel normal», incluso para estas fechas, y definió la situación «de un frío intenso y no corriente», aunque ayer, día festivo en Palma, no pudo precisar si estos son los días más fríos del año en curso.

La ausencia de viento en noches serenas, como ha sucedido en estas dos últimas, acentúa la bajada de las temperaturas, aunque a lo largo de las islas la situación no ha sido uniforme, pues mientras en Sant Joan había anteayer –2,5 grados, el observatorio del aeropuerto registraba dos grados positivos.

Ante estas circunstancias climatológicas las autoridades instan a los conductores a extremar la precaución en la carretera ante la posibilidad de formación de hielo sobre la calzada durante la noche.

La tendencia para los próximos días, según este portavoz, es que la situación vaya normalizándose, con una progresiva subida de las temperaturas, tanto nocturnas como diurnas.

Para esta semana se prevén días con claros y nubes, tendiendo a despejar a principios de la próxima, vientos flojos o moderados y temperaturas estables.

Subirán los termómetros

El Centro de Meteorología anuncia un progresivo aumento de las temperaturas durante los próximos días, tanto en horas diurnas como nocturnas.