La gran cantidad de coches aparcados en los márgenes de las carreteras que conducen a Sant Agustí daban una idea del número de visitantes que recibió ayer el pueblo en el día grande de sus fiestas, que se abrió por la mañana con juegos infantiles. «Suponemos que hoy llegarán más de 500 personas», vaticinaban a primera hora de la tarde Alejandro Mateo y Mar Hermut, dos de los encargados de animar la celebración.

Tras la jornada matutina, a las siete de la tarde se iniciaron las celebraciones religiosas, con una misa presidida por el obispo, Vicente Juan Segura, que concelebró con otros cinco sacerdotes, en presencia de las autoridades y de numerosos fieles que abarrotaban el templo. En su homilía, el obispo evocó la figura de San Agustín y puso de relieve los numerosos vínculos que han tenido Ibiza y Formentera, desde hace siglos, con la devoción al santo.

La iglesia se quedó pequeña y muchos de los asistentes que ya no encontraron sitio en el interior tuvieron que refugiarse en las sombras de los alrededores del edificio, que mostraba un aspecto agradable gracias a un sencillo engalanado. «El pueblo ya tiene encanto y no necesita más. La iglesia ya es suficientemente bonita», comentaba Carmen, una asidua de estas fiestas.

Mientras tanto en la plaza se daban cita buen número de personas ataviadas con trajes folclóricos. Pertenecían a sa Colla des Vedrà, de Sant Agustí, y al grupo invitado a estas fiestas, Balls i Tonades de Mallorca. La idea de los organizadores era «ofrecer una muestra intercultural con las dos danzas tradicionales de las dos islas», comentaba Magdalena Amengual, directora del grupo mallorquín.

Tras el oficio religioso se celebró la procesión por el pueblo y a continuación una exhibición de los grupos de baile, a la vez que se repartían orelletes y moscatel a todos los asistentes.

Toni Marí, el pregonero

Más tarde, Toni Marí, de Can Gustinet, pronunció el pregón de la fiesta felicitando a todo el pueblo y a quienes "nos acompañan en estas fiestas tan tradicionales y tan nuestras». Marí elogió que el programa haya sido elaborado «a conciencia, pensando en la gente joven y en la no tan joven». El pregonero tuvo también unas palabras de reconocimiento especial para los miembros del Centro Cultural de Sant Agustí, que «con su dedicada labor han podido hacer realidad estas fiestas».

Después de las felicitaciones, Marí hizo un repaso de los próximos eventos y actividades que se incluyen en el programa festivo e invitó a todos los jóvenes a colaborar en su organización.

Para finalizar la jornada estaban previstos dos conciertos protagonizados por Aires Formenterencs y Babylon Circus y una gran traca a medianoche, que prometían animar el final de unas fiestas consideradas por los habitantes del pueblo como «las más animadas de la isla».