Los vecinos y turistas de es Canar celebraron ayer el ultimo día de las fiestas organizadas por la asociación de vecinos de esta zona y el Ayuntamiento de Santa Eulària, con motivo de la festividad de Sant Cristòfol, patrón de la localidad. La tradicional misa de fiesta fue el punto de partida de la calurosa jornada, a la que le siguió el desfile de carros tirados por caballos. Los asistentes, arrinconados en los pocos espacios que había de sombra al mediodía, vieron pasar una veintena de carretas que desfilaron desde la capilla de es Canar hasta el mercadillo de Punta Arabí.

Minutos más tarde, los organizadores de la comisión de fiestas y los cocineros empezaron a poner todo a punto para el ya tradicional concurso de paellas, en el que este año se presentaron ocho participantes. El jurado, formado por miembros de la comisión de fiestas y del Ayuntamiento de Santa Eulària, valoró el gusto, la presentación y el color de los platos. El premio especial, de 500 euros, a la mejor paella por tamaño, ambientación y originalidad lo ganó es Carreter. La novedad de este año fue que el Ayuntamiento de Santa Eulària y el Club de Fútbol de Sant Carles organizaron una paella para 300 personas, «para que todo el mundo pudiera degustar el apetitoso plato y disfrutar de la fiesta», tal y como explicó la concejala de Santa Eulària Carmen Ferrer.

El pasacalles de la banda de cornetas y tambores de Santa Eulària y la muestra de baile payés a cargo de la colla de Sant Carles animaron la fiesta por la tarde, y a partir de las 21.30 horas se ofrecieron conciertos de los grupos Night Birds y Blues Mafia y Saligardos.

A medianoche estaba previsto lanzar desde la bahía de es Canar un castillo de fuegos artificiales para poner punto final a las fiestas, que unieron a vecinos de toda la vida y turistas que observaban con mucho interés la preparación de las paellas.