Un estudio elaborado por el departamento de Ecología de la Universitat de Barcelona por encargo del Ayuntamiento de Sant Josep ha puesto de manifiesto la importancia ambiental y patrimonial del Torrent des Jondal, el más largo y de mayor cuenca del municipio. Este informe, que ha costado 16.376 euros, servirá de base para la realización de acciones de mejora en este curso hídrico, aunque el equipo de gobierno admitió ayer que deberá recabar ayuda económica de otras administraciones para ello, dada la escasez presupuestaria del Consistorio.

El estudio fue presentado por el concejal de Medio Ambiente, Josep Antoni Prats, y por la de Cultura, María Ribas, así como por el catedrático de la Universitat de Barcelona Narcís Prat, autor del trabajo. Todos ellos explicaron que este torrente –que según los tramos recibe los nombres de ses Fonts, la Flota o s´Arenest, entre otros– nace al pie de sa Talaia, serpentea entre campos y montes en dirección sur, pasando por sa Font des Verger, hasta que desemboca en la playa de es Jondal, tras irrigar el llano del mismo nombre. Su cuenca tiene más de 18 kilómetros cuadrados y su longitud máxima es de unos 10 kilómetros.

Josep Antoni Prats destacó que «este torrente es uno de los pocos de Ibiza que se mantiene con agua a lo largo de su recorrido», lo que ha permitido regar numerosos terrenos de su cuenca desde tiempos ancestrales. También se conservan los restos de un antiguo molino de agua.

Narcís Prat señaló que el estudio se inscribe en la Directiva Marco sobre el Agua de la Unión Europea que obliga a planificar ríos y torrentes al objeto de que en 2015 presenten un buen estado de conservación. Ese año «Europa hará un examen», por lo que «se han de hacer los deberes», afirmó el catedrático de Ecología.

Como primera medida, el Ayuntamiento y alguna entidad cultural asumirán la restauración de varios elementos patrimoniales mediante el programa ´Apadrina Patrimoni´ que impulsa el Consell. «Luego evaluaremos si disponemos de alguna partida presupuestaria para hacer alguna cosa, aunque será simbólica, porque sólo el retirar las cañas ya representa un gasto que no podemos asumir», afirmó Josep Antoni Prats, quien añadió que solicitarán ayuda de «[la dirección general de] Recursos Hídricos para que echen una mano».

La concejala María Ribas, por su parte, destacó la gran participación popular que se ha producido en la elaboración del informe, pues los vecinos del torrente asistieron a una reunión en marzo para escuchar los proyectos municipales. Ayer fueron convocados de nuevo para explicarles el contenido del estudio.