El Consell de Ibiza calcula que la recuperación íntegra de ses Feixes supondrá un coste de 10,8 millones de euros, 6,2 millones en el caso de las de es Prat de ses Monges, en Talamanca, y 4,6 millones para la zona de es Pratet, en Vila, según se desprende del estudio que ha efectuado una asesoría ambiental para actualizar los precios del plan de ordenación y usos previsto. La institución ha incoado de nuevo un expediente de protección de estos terrenos mediante la figura de Bien de Interés Cultural (BIC).

La inversión estimada servirá para recuperar el circuito hídrico de la zona, que se reconvertiría en un espacio de recreo para los ciudadanos. En esta estimación no se incluye el coste de la compra o expropiación de las propiedades. El Consell está a la espera de que el se cumpla la proposición no de ley que se aprobó en el Congreso de los Diputados en marzo de 2006 en la que se acordó que el Ministerio de Medio Ambiente compraría los terrenos de ses Feixes. La ex ministra Cristina Narbona también se comprometió en Ibiza poco antes de las elecciones de 2008 a hacer efectiva la compra de los terrenos después de que fueran declarados rústicos a través de la aprobación definitiva de la revisión del plan urbanístico de Vila.

El presupuesto estimado por el Consell serviría para recuperar el sistema hidrológico en el medio natural, la reconstrucción y retirada de escombros de los canales, la instalación de compuertas, retirada de ruinas, reintroducción de especies extinguidas, reconstrucción de portales de feixa, un programa de recuperación de la agricultura, la contrucción de un centro de interpretación, la creación de una red y observatorio de aves, así como la conexión de los humedales con el mar, que es la parte más costosa. Precisamente, el Consell ya ha previsto que este año el Gobierno central avance los primeros 2,5 millones de euros a cuenta del déficit de infraestructuras previsto en el Estatut d´Autonomia (esta partida se ha previsto ya en los presupuestos del Consell de 2010 y en principio no se vería afectada por el recorte de gastos que impondrá el Gobierno) para iniciar alguna de estas actuaciones.

Para empezar el Consell proyecta acometer con los primeros 2,5 millones las tareas de limpieza y la compra de algún terreno y vivienda para la instalación del centro de interpretación, entre otras tareas. «Es el mayor gesto con muchísima diferencia que se ha hecho nunca en ses Feixes», afirma el conseller insular de Medio Ambiente, Albert Prats. Con esta inversión inicial, el Consell pretende «diversificar» las primeras actuaciones al objeto de dar trabajo a un mayor número de personas. La conexión de ses Feixes con el mar se ha dejado para «más adelante» debido a que, por su alto coste, «absorbería toda la inversión».

Prats niega que se haya querido «vender humo», tal como critica reiteradamente la oposición, sobre la compra y recuperación de los terrenos del humedal. En todo caso, sin contar con el coste de la adquisición de las propiedades, Prats admite que es «complicado» obtener actualmente, por culpa de «la crisis económica», la inyección económica necesaria del Gobierno central para acometer el proyecto de recuperación de la zona. El Consell busca la complicidad del Estado a través de la vía turística. «Este proyecto es una forma de remodelar la franja turística de Talamanca. Se prevén incluso actuaciones en los fondeos ecológicos de la zona», dice.

Reutilización del agua depurada

La institución proyecta utilizar el agua depurada de la futura planta de sa Coma para inyectarla en el circuito hídrico del humedal. El conseller asegura que el Ministerio de Medio Ambiente se ha comprometido a que en el proyecto de la depuradora se incluya el ciclo terciario, necesario para la reutilización del agua, y su transporte hasta ses Feixes. El conseller defiende que ses Feixes es un espacio «desconocido» para la gente y destaca que es «erróneo» decir que sea «un nido de ratas». «Si está como está es porque no se ha gestionado», advierte.