Más de 1.200 personas han pasado este fin de semana por el recinto escolar del Pilar de la Mola para participar en la ´Olimpiada pagesa´ organizada por la Comisión de fiestas de esta localidad. La respuesta y la participación del público demostró el acierto de una fiesta que con poco presupuesto, mucha voluntad, imaginación y sentido del humor logra divertir al lograr que los asistentes sean los protagonistas de los juegos y de las muestras de artesanía popular. La organización también invitó a distintos colectivos de artesanos, de baile y de canto tradicional que acudieron desde Ibiza, Mallorca y Menorca para exhibir sus productos y su cultura.

Desde primera hora de la mañana las actividades se sucedieron, primero con los juegos infantiles. Mientras, en el bosque de pinos de la escuela se instalaron los puestos con el trabajo de las bordadoras, filadores, canasteros y de los pequeños productores de artículos caseros, desde miel hasta dulces. Los aficionados al aeromodelismo pudieron disfrutar de una muestra de ingenios voladores.

La gastronomía estuvo presente con la degustación de un frito de cerdo, a media mañana, y el concurso de vino payés y de quesos. El público, convertido en jurado, tuvo que elegir entre diez vinos y seis quesos. El mejor caldo fue el de Juanito d´en Rita y el queso más apreciado, el de Ca na María de can Toni Pins.

Otra novedad fue la celebración de una misa de campo, con la participación del grupo folclórico Brisa de Portmany, que intervino en el oficio religioso con la música tradicional propia de las Pitiusas. También se desplazaron de la isla vecina los tiradores de honda que celebraron su torneo.

Al mediodía la comisión de fiesta ofreció una suculenta paella para unas 1.200 personas que dieron buena cuenta de los generosos platos servidos, de postre: dulces, fruta y café caleta.

A primera hora de la tarde y bajo una ligera lluvia que no desanimó al público a participar en los juegos, los encargados de servir la paella encendieron la llama olímpica con la que comenzaron los juegos. El público, lejos de acomodarse como espectador, participó de forma activa en las distintas pruebas, como la silla, el corre cuc y las carreras de carretilla, entre otras, lo que obligó a los jueces a organizar distintas eliminatorias hasta llegar a las finales. Los ganadores olímpicos recibieron la correspondiente medalla entre los aplausos del público y de los rivales, que convirtieron la risa en su principal estrategia.

El sábado hubo feria agraria, muestra de aperos, trobada de glossadors, xacota pagesa y exposición de fotos antiguas.