Hace ya tres años del encuentro entre la cantante andaluza Carmen Cano y el pianista cubano Rafael Garcés. Desde entonces han ofrecido conciertos de música clásica cubana en escenarios de tanto prestigio como los Alcázares de Sevilla, Miami, Tampa y otras ciudades americanas. Durante este tiempo han grabado un disco, `Diálogos´, que presentarán mañana, a las ocho y media de la tarde, en el Club Diario de Ibiza.

«Carmen tiene una voz muy lírica sin perder sus raíces flamencas porque es de Sevilla mientras que yo trato de unir las culturas andaluza y cubana con el jazz», explica el pianista cubano. `Siboney´, `Drume, negrita´ -«la primera canción afrocubana»-, `Comparsa´ y `La maza´, de Silvio Rodríguez, son algunas de las canciones que componen el repertorio de este dúo.

No obstante, ninguno de sus conciertos es igual al anterior. «Nos gusta dejar un margen amplio a la improvisación en función de cómo notamos que está el público», explican también a dúo.

La música clásica cubana, de autores tan consagrados como Ernesto Lecuona, forma el grueso de sus espectáculos, aunque en el disco figuran también algunas composiciones de Carmen Cano, como `Quiero sentir´, `Caminito de Carmona´ o `Soleá del diálogo´. Asimismo ofrecen en directo una versión de `Aires de la Alameda´, clásico del rock sinfónico andaluz, obra de Pepe Roca, líder del grupo cordobés Alameda.

Carmen es de Sevilla y Rafael de La Habana. «Hay muchos paralelismos entre la música de ambos lugares porque en Cuba triunfa mucho la zarzuela e incluso hay coplas como `María de la O´, que tiene su versión cubana, que se llama `Cecilia Valdés´, una mujer que llega a la desgracia a causa del amor», explica el pianista, mientras que la cantante establece el hondo sentimiento andaluz de muchas de las composiciones del músico cubano Ernesto Lecuona, del que también ofrecen algunas versiones. «En Cuba amamos mucho más a España que los españoles», sentencia Garcés.

A Eivissa desde Grecia

Hace todavía poco tiempo que el dúo llegó a Eivissa, aunque parece que mantendrán aquí su punto de conexión artística con el resto del mundo. «Hicimos una gira por Grecia, Túnez, Turquía, Malta y un buen día llegamos aquí», explica Carmen Cano como si la isla hubiera supuesto un punto y aparte en su trayectoria artística.

Durante su actuación de mañana se venderán también ejemplares de su disco, que «se vende bien», aunque sufre las consecuencias de la crisis por la que atraviesa la industria discográfica, según admiten. «Nosotros damos mucha importancia al espíritu de la música», aseguran.

Los boleros de Antonio Machín no faltan tampoco en los conciertos de Carmen Cano y Rafael Garcés. «Ya sé que tuvo mucho éxito en España con la música cubana, lo que confirma lo que te comentaba antes de la unidad que existe entre Cuba y España. El mismo Lecuona residió durante mucho tiempo en Málaga», argumenta el pianista. «Los cien años que duró la dominación española en Cuba han dejado mucha huella y la lucha por la independencia no se recuerda ya, es cosa del pasado», asegura y pone La Habana vieja como ejemplo de arquitectura colonial de influencia española.