Las polifonías de Bach, Mendelssohn o Buxtehude se adueñaron la noche del domingo de la iglesia de Sant Carles. La organista rusa Liudmila Matsyura ofreció un completo y cuidado recital que abrió el Festival de Música Internacional de Eivissa. Matsyura, intérprete titular de la catedral de Alcalá de Henares, demostró en la localidad ibicenca el por qué de su fama internacional. La rusa sacó todo el partido posible al pequeño pero efectivo órgano que posee la iglesia.

Como si Sant Carles fuera la imponente Nôtre-Dame, Matsyura rompió el silencio del tiempo con las acordes de la `Sortie en Mi bemol Mayor´, obra de Louis Lefebure-Wely. El público mientras tanto, no perdía detalle de la pantalla que la organización del festival había instalado en el altar, donde se podía ver la interpretación de la organista gracias a un circuito cerrado de televisión. Cabe destacar, que a pesar de los limitados medios con los que contaba la organización, la realización del concierto fue más que correcta.

Después de los primeros aplausos dio comienzo la Cantinela Pastoral en si bemol menor, de Felix Alexandre Guilmant. Tras este inicio efectivo, la pausa dio paso a las palabras de María Ángeles Ferrer, que explicó brevemente los aspectos más destacados de la vida y figura de Johann Sebastian Bach, el compositor por excelencia de la música organística y del período barroco.

Con Bach, el recital llegó a su punto culminante. La belleza trágica de su `Fantasía y Fuga´ en sol menor, compuesta después de la muerte de su mujer, impregnó las blancas paredes del templo creando un ambiente especial. La fuerza de Bach, encarnado en la intérprete rusa, demostró por qué el violonchelista catalán Pau Casals consideraba que primero estaba el compositor alemán y después «los otros». Matsyura derrochó sentimiento al órgano y sorprendió al público con su ejecución con los pies en la infinita pedalera del instrumento.

Mendelssohn para acabar

La noche continuó en la época barroca con Buxtehude para volver al romanticismo de los franceses Widor y Dubois. Para el final quedaba reservada la `Sonata IV en Si bemol Mayor´ de Felix Mendelssohn, el polifacético músico que «redescubrió las melodías populares alemanas y las obras de Bach», como le describió Ferrer. Matsyura completó su excelente actuación con los tres tiempos de la sonata y agradeció con múltiples reverencias desde el coro de la iglesia la gran ovación que le regalaron los asistentes.

Después, bajó y conversó durante un rato con los aficionados que se acercaron a felicitarla por su interpretación. La música se despidió momentáneamente de Sant Carles, ya que sonará con fuerza hasta la primera semana de septiembre, cuando finalice el XVIII Concurso Internacional de Piano de Eivissa.