Opinión | Tribuna

Preservar el agua no es una elección

Santa Eulària lleva más de seis años implementando un proyecto integral de gestión hídrica como respuesta a la situación de presequía que afecta a nuestra isla

Sabemos que el agua es limitada y esencial, especialmente en nuestra isla, pero seguimos comportándonos como si fuera infinita. No se trata de justificar subidas de impuestos ni de condicionar su uso por motivos especulativos, sino de afrontar la realidad. La escasez de lluvias que venimos padeciendo desde hace tiempo nos obliga a ser responsables y prudentes. Se trata de preservar nuestros acuíferos naturales y, por encima de todo, de garantizar el futuro de nuestros hijos e hijas.

Llevamos más de seis años implementando en nuestro municipio un proyecto integral de gestión hídrica como respuesta a la situación de presequía que afecta a nuestra isla. Esta iniciativa se basa en dos pilares fundamentales: por un lado, la municipalización del servicio de agua, y por otro, la gestión sostenible que garantice la eficiencia en el uso del recurso y su conservación a largo plazo.

El proceso de municipalización representó un desafío considerable, debido a la dispersión territorial y a la presencia de múltiples suministradores privados, pero era una condición indispensable para poder avanzar hacia una gestión moderna, eficiente y equitativa. Desde entonces, hemos trabajado intensamente en la modernización de nuestras redes, asegurando inversiones en infraestructuras clave que permitan cumplir con los estándares actuales y proteger la salud pública.

Un punto clave fue en 2019, cuando con la incorporación de agua desalada, logramos reducir en más del 50% la extracción del agua de nuestros acuíferos, una medida crucial para su recuperación. Sin embargo, sabemos que esto no basta. Nuestro proyecto de gestión hídrica se completó con la mejora de las infraestructuras de abastecimiento y saneamiento y con medidas específicas como la construcción de depósitos de almacenamiento, la implementación de sistemas de reutilización del agua de lluvia y de piscinas, y la instalación de dispositivos de ahorro en hogares y negocios.

Por otro lado, fue en 2022 cuando iniciamos el Plan de Gestión Sostenible del Agua, con el objetivo de reducir las aguas no registradas y disminuir nuestra dependencia de los acuíferos. Este plan se basa en una serie de acciones, entre ellas, la creación de la Mesa de Sequía, un órgano de coordinación que gestiona las situaciones de escasez hídrica, y reuniones periódicas con todos los grupos políticos municipales para evaluar avances y ajustar estrategias.

Además, hemos aprobado una ordenanza municipal que regula el uso sostenible del agua, estableciendo medidas específicas para grandes consumidores y promoviendo la corresponsabilidad entre administraciones, sectores económicos y ciudadanía. Entre estas medidas, destacan requisitos para nuevas construcciones como la reutilización de agua de lluvia y de piscinas, y la instalación de dispositivos de ahorro.

Es de vital importancia poner el foco en la reutilización del agua, un recurso clave para nuestro futuro. Para ello, hemos conectado depuradoras con redes de riego urbano y parques, y estamos en proceso de implementar un sistema de ósmosis inversa para purificar aguas residuales. Además, colaboramos con otras administraciones para aprovechar el agua depurada en usos agrícolas, como en la Balsa de sa Rota, que ya suministra agua tratada a agricultores cercanos.

Es imprescindible poner en valor el trabajo de los técnicos especialistas y la implicación de muchas personas y empresas que ya forman parte de este reto vital. Gracias a su esfuerzo colectivo, seguimos avanzando hacia un modelo de gestión del agua más justo, eficiente y sostenible. Preservar el agua es, en definitiva, preservar nuestro futuro.

Carmen Ferrer es alcaldesa de Santa Eulària des Riu.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents