Opinión | Para empezar

Niños haciendo ganchillo en verano

Llega junio, abren hoteles, bares y restaurantes y los chats de padres y madres empiezan a echar humo. «¿Qué haces con la niña cuando termine el cole?»; «Me he quedado sin plaza en la escuela de verano, ¿sabes de algún sitio que tenga plazas de algo?»; «Yo tengo cubierto julio pero no sé dónde llevarlos en agosto». Según avanza la temporada, los mensajes ganan en intensidad, urgencia y desesperación. Los progenitores que tienen que trabajar largas horas y no saben dónde o con quién dejar a sus críos van rebajando exigencias y ya no les importa ni la actividad, ni la formación de los monitores, ni el precio, ni si van a pasar el día entero al sol. Con poder dejarles a las 8 de la mañana y recogerles a las dos del mediodía, ya les vale.

Y los pobres niños van rebotando de un posible campus a otro según se acaban las plazas y ya no saben si pasarán su verano jugando al baloncesto, tocando la flauta o haciendo ganchillo.

La solución a esta falta de actividades organizadas que permitan la conciliación laboral en verano, cuando el que no trabaja es porque tiene siete apellidos pitiusos, es muy fácil: no tener hijos. Pero claro, luego llega la vejez y tampoco hay sitio en las residencias de mayores, así que hay que tirar de hijos o de sobrinos que no hayan acumulado demasiado odio hacia nuestra figura durante su niñez y juventud para que te aseguren una tercera edad semi-digna.

Después está la solución más complicada: que mientras esperamos la extinción, cada día más cercana gracias al gran trabajo que están haciendo Putin, Netanyahu para controlar la superpoblación humana, los responsables institucionales de nuestras islas se tomen en serio un problema inherente a una economía basada en el sector turístico y de servicios.

O intensifican las campañas de control de natalidad (a la baja, no a la alta) o empiezan a formar profesionales y a pagarles un sueldo digno para que dediquen su verano a cuidar hijos ajenos. La opción traer a un familiar de la península para que esté con los niños está descartada si ya no te quedan riñones que vender.

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