Opinión | Para empezar

«Me voy a España a delinquir un poquito»

Hoy tocaba escribir sobre la mujer como concepto y la vergonzosa constatación diaria de que pasan los años y nos siguen matando, abusando, insultando y besando porque sí, porque les da la gana.

Hoy los diarios, las radios y las televisiones estarán plagadas de noticias y actos relacionados con el Día Internacional de la Mujer porque, por desgracia, sigue haciendo falta recordar a la sociedad que la desigualdad está ahí y todavía hay mucho cafre pretendiendo mangonear a base de testosterona.

Pero la actualidad me obliga a cambiar de tercio y a escribir, una vez más y muy a mi pesar, sobre migración, pateras y cadáveres. Con la localizada el pasado jueves en Llevant, ya son cinco las personas cuyos cuerpos sin vida han llegado a las playas de Formentera en los poco más de dos meses que llevamos de año. Y hago hincapié en la palabra ‘persona’ por si lee esto alguno de esos seres de luz que han pensado, dicho e incluso escrito frases del tipo «un moro menos», incluso antes de confirmarse que se traten de migrantes procedentes de África. ¿Qué pensarían si resulta que alguno de los fallecidos es un blanquito europeo, católico y apostólico, que salió a pasear en su kayak un domingo por la mañana y se ahogó? ¿O si el muerto en extrañas circunstancias fuera su vecino de enfrente, su primo o su hijo? ¿Ya les daría más pena? Porque esta persona que murió de camino a Baleares también era vecino, primo e hijo de alguien. Y no creo que se despidiera de sus amigos y familiares diciendo: «Me voy a España a delinquir un poquito si no me ahogo por el camino».

No se puede normalizar esta situación. No podemos permitir que la aparición de cuerpos en la arena pase a ser una mera cuestión de números, como ya ha ocurrido con la llegada de pateras. Como mínimo, es nuestra obligación humana y social exigir actuaciones urgentes a los que sí pueden hacer algo para parar este drama. Y a los que insisten en que la solución es que se queden en su país, les invito a estudiar su árbol genealógico, igual se llevan alguna sorpresa.

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