Opinión | Tribuna

Epifanía

Esta noche y mañana por la mañana nuestras calles se verán llenas de cabalgayas preparadas para recibir a los Magos de Oriente que vienen como cada año, cargados de regalos, especialmente para los más pequeños.

La fiesta de la Epifanía es conocida más bien como la fiesta de los Reyes Magos. Epifanía procede del griego y significa manifestación. La Salvación que viene a traer Jesús, que nació en Belén y cuya fiesta celebramos hace pocos días, no es para un pueblo concreto, sino más bien para todos los pueblos. Dios se ha manifestado como salvador para todos los pueblos, sin hacer ningún tipo de distinción de raza, cultura, pueblo o nación. Todos llamados a sentirse amados por un Dios que se hace uno de nosotros para manifestar su cercanía. Y los Magos son signo de esta universalidad, de esta aceptación por parte de todos de esta manifestación de amor absoluto.

Los Magos le ofrecieron al Niño regalos. Oro, como rey que ofrece un reino de justicia, paz y amor; incienso, por ser Dios; y mirra, porque ha nacido para entregar su vida por todos. De ahí la tradición de los regalos en el día de la Epifanía.

No perdamos la ilusión de los pequeños que esta noche verán realizados sus sueños. No por lo que van a recibir, sino sobre todo por descubrir que alguien les quiere y les hace regalos. Regalos más voluminosos o más sencillos, pero siempre tendrían que ser signo de la entrega de alguien, que, por encima de todo, los ama.

La ilusión de abrir un paquete envuelto en papel bonito. La ilusión de abrir un poco más el regalo de la vida, como una nueva oportunidad que nos ofrece el Señor. La ilusión de los pequeños que con luces, música y acompañados viven la alegría de sentirse queridos. No perdamos nunca esta ilusión, sentirnos queridos y acompañados. Esta es la verdadera fiesta de la Epifanía, Dios que nos ama y nos acompaña.

Los mayores también escribimos carta a los Magos, seguimos pidiendo paz y armonía entre todos los pueblos y en nuestras familias. Hogar digno para todos los que se ven privados de un techo. Trabajo digno con sueldos dignos. Que desaparezca todo tipo de violencia. Que se acaben las mafias que denigran la dignidad de las personas. Que se ponga solución al problema que afecta a la inmigración. Que hagamos de todos nuestros pueblos un mundo más humano.

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