Fans de los Reyes Magos

Me ponía muy nerviosa la noche de Reyes. Mis hermanas y yo preparábamos todo con tiempo: nuestros zapatos bien limpios bajo el árbol, unas mandarinas, un poco de turrón y algo de beber para Melchor, Gaspar y Baltasar. También agua y zanahorias para los camellos. Después, nos íbamos a la cama temprano (aunque siempre costaba conciliar el sueño). Recuerdo la ilusión cuando abríamos los ojos el 6 de enero y veíamos que nos habían dejado regalos. Sus Majestades de Oriente nunca defraudaron.

Ahora revivo de nuevo esa magia a través de los ojos de mi hijo. Porque en casa somos muy fans de los Reyes Magos y , sobre todo, de Baltasar (no preguntéis por qué). Son una tradición que perdura generación tras generación y que representa la esencia misma de la magia que rodea estas fiestas navideñas.

Él es aún pequeño, por lo que le ayudamos a escribir la carta. Tiene claro lo que quiere, eso sí. Este año, el regalo estrella es una bicicleta amarilla con luces en las ruedas. ¡Ahí lo llevas! Poniéndoselo fácil a los pajes... Además, siempre nos pide que escribamos también que se acuerden de traer algo a mamá y papá. Lo llevamos a echar la carta al buzón real y por supuesto, a ver la cabalgata de Reyes. La noche del día 5 prepararemos con él todos los detalles para alimentar esa ilusión y esa capacidad de soñar.

La inocencia y la fe en esta visita mágica transforman la rutina en una aventura. Y a mí, me encanta. Veo en sus ojos esa fascinación que una vez sentí y me vuelvo a poner igual de nerviosa que cuando era niña.

El despertar a la mañana siguiente, cuando nos levantamos bien temprano para descubrir las sorpresas, es emoción pura para todos.

Es un viaje hacia el pasado, pero también una ‘re-creación’ del momento, porque, al final, no importa cuántos años pasen: la magia de los Reyes Magos es atemporal. Y las madres y padres no solo transmitimos esa magia, sino que la revivimos junto a nuestros hijos. Es una tradición que nos une, una manera de recordar que, mientras creamos en las pequeñas cosas, la magia nunca desaparece.

¡Felices Reyes a todos!n

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