Opinión | Para empezar

Rafting rumbo al nuevo año

No hay frontera más redonda y definitiva que un final de año y principio de otro: es un hasta aquí hemos llegado, un a partir de ahora... abierto a infinidad de posibilidades. Miramos desde la atalaya del año vivido esa mezcla de momentos más o menos felices, más o menos amargos; lo que en su día fue feliz luego fue amargo y al revés. Ese maremágnum contradictorio que al fin y al cabo es la vida.

Como hacer rafting en un río de los Pirineos, de emoción en emoción hasta que aparece de repente una roca y el golpe de realidad frena en seco el vertiginoso descenso. O a la inversa: tras flotar en el remanso en calma que parece ya para siempre, quizás monótono y aburrido, con zonas oscuras pero con la tranquilidad -o la resignación- que da lo ya conocido, se abre una vía de agua y no se sabe nunca por qué, decides tirarte en plancha y abandonar la poza (puede que pozo) y navegar. O no. Hay momentos para todo y, como el propio río que nos lleva, nunca seremos exactamente la misma persona. Ya lo advirtió Heráclito, y hay cosas que no cambian, ni siquiera en esta era loca en la que la ciencia ficción ya es lo cotidiano.

El caso es que en este día que marca el principio y el final nos encanta hacer balance y fantasear con propósitos de todo tipo, que probablemente iremos amoldando a nuestra realidad cambiante... y a nuestra falta de constancia. Pero puestos a elegir, mejor la capacidad de adaptación a las circunstancias que la intransigencia; mejor una mente abierta al cambio que atrincherada en una caverna.

Sea como sea, es el momento para dejar volar la imaginación sin ataduras, para desafiar los límites -propios y externos-, para plantarse ante el nuevo año con los brazos en jarras y las piernas abiertas en actitud entre retadora y expectante, firme, como cuando no sabes si la ola que se empieza a formar en el horizonte romperá con suavidad sobre tu cuerpo o te hará perder el equilibrio y te arrastrará sobre la arena. Lo mejor de la caída es cuando después te levantas y consigues ver lo que ha quedado atrás: las olas, el rafting, las pozas, los pozos. Pero, sobre todo, lo que puede haber por delante. Feliz 2025 navegable.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents