Opinión | Para empezar

Queridos Reyes Bancos

Queridos Reyes Bancos, les iba a escribir la carta a Melchor, Gaspar y Baltasar, pero he pensado que, vista la realidad, mejor os la escribo a vosotros. Lo del oro, incienso y mirra, casi que lo dejamos para los de Oriente, en vuestro caso, con cero comisiones, una rebajita en el euríbor y que mi abuela nonagenaria pueda acercarse al banco como siempre, me vale. Y es que mucho se habla de lo imposibles que están los alquileres en Ibiza, pero poco se comenta el ahogo que sufrimos quienes tuvimos la suerte de firmar un compromiso casi eterno con nuestra entidad bancaria de confianza para la compra de un piso. Y de cómo, en los últimos dos años, ese compromiso más parece una tortura de la que no sabemos si llegaremos a salir. Vivimos mirando el calendario, esperando el día de la revisión de la hipoteca. Con miedo, cuando veíamos subir el precio del dinero, haciendo cuentas mentales y especulando con a qué tendríamos que renunciar para poder subsistir. Con ansia, ahora que va bajando, esperando que afloje la cuerda para no seguir ahogándonos y para no seguir tirando de ahorros.

No me preguntéis si he sido buena o no, he hecho lo que he podido. La pregunta es, ¿habéis sido buenos vosotros? Llegan estas fechas y os veo presumiendo de vuestra labor social (¿vosotros sí que les escribís a los Reyes Magos, eh?) y está muy bien, pero no os olvidéis de soltar un poco la soga de vuestros clientes, que eso también sería una labor social importante. O cambian algo las cosas o los hipotecados presunta clase media de esta isla nos encontraremos en Can Rova 2 mientras alquilamos nuestros pisitos a precio de oro para poder pagar la cuota mensual de la hipoteca.

Y vamos con lo de mi abuela y con lo de las abuelas y abuelos de todo el mundo a los que habéis dejado de lado. A ellos, porque sus dineros los seguís teniendo. Eso sí es un ghosting, y no los de Tinder. ¿Qué es eso de quitarse a señores y señoras mayores diciéndoles que se vayan al cajero a consultar su saldo, sacar su pensión o hacer cualquier trámite? A pelearse con sus dedos temblorosos, a tratar de teclear mientras se sujetan a su bastón, intentar ver la pantalla a través de sus cataratas o a tener a un consanguíneo o alguien de su confianza ayudándoles, acabando con su intimidad financiera.

Queridos Reyes Bancos, sed buenos. Feliz 2025.

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