Opinión | Tribuna

Reconciliaciones

Se ha hecho viral un vídeo utópico o irónico, depende del punto de vista, en el que, en modo navideño, enemigos irreconciliables se abrazan con expresión tierna. Ahí están en su imagen más improbable Sánchez y Feijóo, Díaz y Ayuso, Junqueras y Puigdemont, algunos que olvido y hasta los eméritos se besan encantaditos. Se me ocurre que podrían estar también Motos y Broncano como expresión de los buenos deseos de reconciliación no solo suya sino de sus audiencias polarizadas, Biden y Trump para simbolizar la esperanza de que la nueva etapa que comienza en el país más influyente de la tierra sea menos traumática de lo que desgraciadamente esperamos y, puestos en lo imposible, Putin y Zelenski, aunque una duda de que uno de ellos sea capaz de abrazar de corazón.

Esas reconciliaciones no van a ocurrir pero hoy me he propuesto festejar esta fecha de paz intentando encontrar virtudes en algunos personajes del panorama actual. Les propondría a los protagonistas que me imitaran y por un momento intentaran hacer lo mismo con sus oponentes, pero, como no me leen, me conformo con compartirlo con el amable lector como juego navideño en estas fechas en que debe primar el cariño. Así que en estas líneas intentaré no destacar los defectos de aquellos a quienes no admiro y con los que discrepo y también de aquellos con los que simpatizo y hallar en todos ellos el encanto que seguro tienen.

Díaz es cariñosa y Sánchez marido amantísimo, cosa que está superbien. Bolaños es listo y Puente, ocurrente, Feijóo es prudente y Ayuso sincera. Luce una sonrisa abierta Pilar Alegría y la ministra de Defensa es persona trabajadora así como Albares elocuente. La sustituta de Ribera es elegantísima y su antecesora, muy educada. Montero es entusiasta y los Reyes, valientes a rabiar. Cuerpo me parece muy preparado y como se me van terminando los caracteres busco algo bueno en Puigdemont, pero así como Junqueras se me ha vuelto hasta entrañable me cuesta reconciliarme con el prófugo. No pierdo la esperanza, será cosa de esperar a la próxima Navidad. Mientras tanto, sean felices.

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