Opinión | Tribuna

Querer ser loque no somos

Europa vive una gran oportunidad ya que el aislacionismo va a dejar progresivamente a Estados Unidos sin socios comerciales

Hay gente en Barcelona que quiere ser Madrid. Hay gente en Madrid que quiere ser Miami. Hay gente en España que quiere ser Venezuela frente a los que quieren ser China. Hay gente en Europa que quiere ser Estados Unidos frente a otros que quieren convertirla en el Líbano. La pregunta es ¿hay alguna otra región del planeta que tenga las condiciones para ser Europa? Porque muchos lo querrían ser, para empezar las decenas de miles de personas que se juegan la vida atravesando el Mediterráneo. Y afirmar esto no es ninguna forma de supremacismo. Porque lo que es Europa no depende de ninguna raza ni religión ni de organización económica sino de unos valores que asientan la convivencia y que son el resultado de sucesivas mezclas y superposiciones que hemos conjugado tras morir millones de persones en sucesivas guerras a lo largo de veinte siglos de historia. Pero incluso los que convierten la pureza en su ideología tienen que autoproclamarse judeocristianos.

Pese a la crisis en Francia y Alemania, Europa vive una gran oportunidad. El aislacionismo va a dejar progresivamente a Estados Unidos sin socios comerciales, como le ha ocurrido a Gran Bretaña tras el ‘brexit’. Rusia no puede pagar todas las guerras en la que ha hecho ver que se metía y ahora Europa depende menos de su gas. China empieza a tener una demanda de protección social que pone en riesgo su modelo de crecimiento basado solo en los bajos salarios y el dumping social. Es la hora de Europa, mucho más cohesionada desde la pandemia y la guerra de Ucrania. De una Europa que tiene encima de la mesa dos ambiciosos planes para reformar su economía para aprovechar estas oportunidades. De una Europa que está salvando mejor que Estados Unidos la ola populista. De una Europa que sabe que tiene ante sí grandes retos y que necesita convencerse de que los puede superar. Como dice el teniente de alcalde Jordi Valls, dejemos de pedir a Europa y hagámosla.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents