Opinión | Para empezar

El museo de las cacas

Quiero dedicar esta columna a aquellas personas que tienen perro. En especial, a las que los pasean por el barrio de la Marina y Dalt Vila y deciden dejar huella en sus calles empedradas y muros milenarios. Por favor, tengan algo de civismo, de respeto o simple decencia.

Últimamente, pasear por la zona se ha convertido en una pista de obstáculos. No sé si coincide que la temporada turística acabó y que las calles se limpian menos. Pero sea como sea, la realidad es que es asqueroso encontrar cada día tres o cuatro “regalos” cuando salgo a pasear. Además de la hazaña de volver a casa sin haber pisado ninguna mina marrón, hay zonas por las que hay que aguantar la respiración. Y desde luego, no son los perros quienes tienen la culpa, sino sus dueños.

El olor es realmente desagradable. Y no solo por los excrementos. No olvidemos el pipí. Me retuerzo cuando algunos miran para otro lado mientras el chorro amarillo de su mascota deja su marca en esquinas y paredes históricas. Porque, claro, el agua para diluirlo es un recurso tan escaso como la responsabilidad. Es curioso, porque recoger las cacas y llevar una botellita con agua es, en realidad, bastante sencillo. No hace falta un máster en civismo ni una preparación especial. Solo un poquito de empatía por los vecinos y visitantes.

El Ayuntamiento tampoco se queda atrás en esta obra maestra del descuido. Una ordenanza que no se hace cumplir, multas que parecen mitos y una ausencia de medidas efectivas. ¿En qué zonas se mueve la ‘motocaca’? Aquí, por más avisos que pongamos en la Línea Verde, los excrementos pasan días en el mismo lugar. ¿Más papeleras específicas? ¿Cámaras? ¿Registrar el ADN de los perritos como se ha hecho en otros municipios, quizás? Desde luego, y visto lo visto, son necesarias sanciones reales y una campaña efectiva de concienciación. Porque Ibiza merece mucho más que ser un museo al aire libre de irresponsabilidad canina. No se trata solo de limpieza, sino de respeto hacia el entorno y hacia quienes compartimos estas calles.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents