Opinión | Tribuna

Líderes alejados del barro

No sé si recordarán ustedes un meme muy conocido hace años en el que dos monos hablan entre ellos y uno le propone al otro que le ayude con una tarea compleja y costosa. Éste, claramente contrariado por la sugerencia, se opone con excusas baratas y la explicación de que es «alérgico al piojillo y a la hierba pisá». La excusa para no arrimar el hombro es, sin duda, muy divertida, y la moraleja está clara: cuando uno no quiere, cualquier justificación basta. Y también al contrario: no hay nada que suponga un obstáculo cuando el propósito y el compromiso se tiene claro.

Digo todo esto a razón de algo que quería haber escrito hace semanas ya, cuando la obviedad era manifiesta, y es que el cargo público debería ir siempre acompañado de acciones que no siempre se han dado en esta DANA. Demasiados (y demasiadas) alérgicos al barro se han destapado ante la estupefacción general y en unas circunstancias en las que pisar lodo ayuda a clarificar la realidad de lo que ha pasado el papel que uno o una quiere jugar en él y creo ejemplo para la ciudadanía. Por ejemplo, todavía no hemos visto (y no quiero decir que no las haya, igual ha ido en visita privada) ninguna imagen del conseller de Educación, José Antonio Rovira, visitando un centro educativo afectado por la riada. Y mira que hay, tristemente, para elegir. Más de 90 en una veintena de localidades. Cuando falleció el operario en Massanassa justificó su ausencia en ese momento con la argumentación de que ‘no hacía nada allí’. Y así se mantiene. Sin ir y sin hacer.

Tampoco se ha visto inspeccionando ningún centro sanitario al conseller del área, Marciano Gómez. Si lo ha hecho, ha sido tan intrascendente su presencia que no ha quedado marcado en la retina y la memoria colectiva. Y no será, de nuevo, porque no hay centros de salud y de especialidades hechos polvo. Y no será, añado, porque esta DANA no ha golpeado a pacientes y personal sanitario, bien porque trabajan en los lugares arrasados o bien porque vivían allí. Pero nada. Que no le resulta atractivo el lodo.

La lista podría ser más larga y seguramente cometeré alguna injusticia sin saberlo. Pero ha costado ver en imágenes y pese a la inmensa tragedia anímica, emocional, material y espiritual al arzobispo de València, Enrique Benavent, y también deberían haberse hecho ver públicamente más sobre el terreno -por el cargo que ocupan y el que se supone que quieren ocupar- otras personalidades valencianas como la única ministra valenciana del Gobierno de España, Diana Morant, de Gandia, portavoces parlamentarios como Joan Baldoví (Compromís) o José Muñoz (PSPV-PSOE) o la presidenta de las Corts Llanos Massó (Vox). Diputados autonómicos de todos los colores, a mansalva. Tampoco el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha vuelto a pisar calle en solitario y charlar con sus conciudadanos tras el tremendo incidente de Paiporta, al igual que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para quien València, tan cercana para ir a la playa en AVE, le parece ahora muy lejana. Ya ves.

Aunque especialmente escandalosa es la desaparición pública del máximo responsable de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, de quien nada se sabe desde la noche fatal y que muchas luces (o sombras, quien sabe) podría arrojar sobre lo acontecido. Increíble que más de un mes después el presidente de este organismo no haya salido a explicar tantas y tantas cosas. Básicamente, por despejar acusaciones. Básicamente.

Todos sabemos, en cambio, quiénes sí han estado. Y es de justicia nombrarlos también. Por su cargo y por su trabajo. Ha estado, todos los días, la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, cuyas botas de agua embarradas en las reuniones del Cecopi dan fe de sus muchos kilómetros andados, y ha estado también el presidente de la Diputación, Vicent Mompó, durante muchas semanas el único aliento que encontraban, vía videoconferencia, los munícipes afectados. Alcaldes y concejales de pueblos no afectados ayudando a los que sí lo han estado no han faltado tampoco, algunos en riguroso silencio. Pero en su caso, eso es legítimo. ¿Lo es también cuando se supone que eres cabeza visible y no estás? Ahí lo dejo.

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