Opinión | Para empezar

Formentera, una peculiar Fuenteovejuna

Formentera tiene su particular interpretación de Fuenteovejuna. El símbolo universal de la unión del pueblo contra el atropello que inmortalizó Lope de Vega se convierte en Formentera en un Fuenteovejuna, todos a una, sí, pero todos todos: a este plante ciudadano para protestar contra el caos político que ha paralizado el Consell de la isla, se suman también quienes tienen, en mayor o menor medida, una responsabilidad sobre esta crisis sin prececentes en una institución democrática de este país.

Quienes tienen en su mano desatascar el esperpento en el que se ha instalado el Consell desde hace ya casi un año afirman que se adhieren a la protesta que agrupa a cerca de 30 asociaciones de todos los ámbitos de la isla, y que piden el fin del desgobierno. Ni Lope se habría imaginado que la historia podría retorcerse tanto, hasta que la épica de la lucha de un pueblo unido contra el opresor se convirtiera en un disparate más propio del humor negro berlanguiano, de personajes estrafalarios que oscilan entre la estupidez grandilocuente y el absurdo.

Fuenteovejuna, todos a una, si hay que protestar, protestamos todos. Todos los grupos políticos: Sa Unió, PSOE, GxF y el propio presidente, repudiado por sus compañeros de filas. Todos inmóviles, atrincherados en sus posiciones porque dicen que así lo quiere el pueblo; incapaces de ir ni para delante ni para atrás, cerriles, repitiendo hasta la extenuación sus argumentos de iluminados, justificándose en los supuestos intereses de la isla, sin que haya ningún atisbo de salida a la crisis. La culpa es de los demás, son los demás los que tienen que ceder y de esa burra no se baja nadie, ni aunque la burra acabe despanzurrada y las consecuencias sean desastrosas para la sociedad y los intereses generales a los que deben servir.

Así que la protesta convocada mañana bajo el lema ‘Deim prou’ será un episodio más de este despropósito en el que se ha instalado el Consell: los ciudadanos protestan contra la parálisis y los que han provocado la crisis y no son capaces de solucionarla, apoyan esa protesta, como si no fuera con ellos, sino con el de al lado. Qué cruz.

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