Opinión | Tribuna

¿Soy culpable?

En España solo un 8% de los casos de violencia sexual se denuncia. El miedo al escarnio y a que sus testimonios no sean tomados en serio es una barrera que paraliza

Hola, me llamo Imma y me siento culpable. De abuso, machismo y sexismo. Llevo media vida escuchando historias de hombres malos —siempre son hombres— que abusan de su poder para satisfacer sus necesidades a costa de las mujeres que trabajan para ellos o que están a su cargo. También he escuchado historias de hombres que abusan de otros hombres. Hombres que se esconden bajo el paraguas de la comunidad gay para hacer lo que les viene en gana. Y sí, también había escuchado cosas de Errejón. Pero no soy policía, ni abogada, ni tengo ningún poder para acusar a nadie sin pruebas. Y créanme, esos ‘señoros malotes’ ya se encargan de que no quede ninguna prueba de nada. Pero me siento ‘cómplice’ solo por el hecho de saberlo y no denunciarlo.

El 35% de las mujeres en todo el mundo ha experimentado violencia física o sexual en algun momento de su vida. Y un 90% de los casos quedan impunes, en gran medida por falta de pruebas y porque las denunciantes son revictimizadas en el proceso. Algunos, en tono crítico, se preguntan: «¿Por qué no denunció antes?». Esto tiene una respuesta clara: probablemente porque no podía. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España solo un 8% de los casos de violencia sexual se denuncia. El miedo al escarnio y a que sus testimonios no sean tomados en serio es una barrera que paraliza.

Dicho esto, no seré yo quien juzgue a ninguna de estas mujeres pero … ¿y las políticas feministas que lo sabían y no activaron el protocolo? El mundo, lo sabemos, está lleno de ‘Errejones’. En partidos de izquierdas, de derechas y de centro; en el trabajo, en casa y en misa. Y las personas que dan pasos adelante para intentar arreglar esto, ¡oh, sorpresa!, son siempre mujeres. Como la gran periodista Cristina Fallarás. Creadora del movimiento en redes sociales #Cuéntalo, una iniciativa en la que miles de mujeres comparten sus testimonios de agresiones y abusos sexuales. Solo hace falta una voz para despertar a todas las demás, y eso es lo que hace Cristina: dar su altavoz para que ninguna mujer se quede en silencio. Gracias. Y en cuanto a las mujeres de Sumar: sinceramente, es como descubrir que el portavoz de Pacma maltrata a su perro. Me explota la cabeza.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents