Editorial
Un año de grandes noticias e incertidumbres
El año que está a punto de comenzar también estará marcado, como 2023, por la polarización y la crispación política, que lejos de amainar previsiblemente mantendrá su tendencia in crescendo. En el caso de la relación entre los gobiernos central y autónomo, de signo contrario, continuará el choque que determina la estrategia nacional de los partidos, por encima de la colaboración institucional que debería prevalecer si los gestores políticos antepusieran los intereses generales de los ciudadanos sobre los partidistas.
Por lo que respecta al ámbito regional, 2024 será el año en el que se verán los resultados del giro político radical que se ha producido en Balears, después de ocho años de gobierno del PSOE y sus socios de la izquierda. Las dos grandes iniciativas políticas del PP, que tendrán consecuencias de hondo calado, tienen que ver con las medidas para contener el precio de la vivienda y la libre elección de lengua en los centros educativos. Esta última es una exigencia de Vox que el PP ha aceptado (al igual que todas las demás que la ultraderecha puso como condición para apoyar la investidura de Marga Prohens y sus presupuestos), y que ha levantado las protestas y la incertidumbre en la comunidad educativa, pues su aplicación pasa por la segregación lingüística en las aulas y, por tanto, por desmontar el sistema educativo actual, basado en un modelo de normalización lingüística impulsado por el PP hace décadas con un amplio consenso social y político y que ha funcionado bien hasta ahora. El PP incluso ha aceptado reservar una partida de 20 millones para implantar en 2024 este nuevo modelo del que no ha dado aún detalles, lo que ha sumido a los centros en la inquietud y la preocupación.
En el caso de las medidas para aumentar la oferta de vivienda y frenar la subida de precios, los ayuntamientos ya han empezado a poner límites a su aplicación, por lo que si el decreto logra o no su propósito ya se sabrá en los próximos meses. No obstante, el decreto del Govern balear no incide sobre la principal causa de la hiperinflación de los precios de la vivienda, que es la especulación masiva y su uso -la gran parte de las veces, ilegal- para el mercado del alquiler turístico, mucho más rentable. De modo que es posible que el efecto de esas medidas para promover la habilitación de viviendas más precarias a base de reconvertir locales, aumentar la altura de los edificios y dividir una grande en varias pequeñas, sea otro indeseado: desviar al mercado del alquiler turístico ilegal aún más oferta, que se resta de la destinada a la población residente y a los trabajadores de temporada y que mantiene el incremento desorbitado de los precios.
La vivienda seguirá siendo por tanto el principal problema social de las islas, así como una seria amenaza para la buena marcha de la economía, pues impide contar con profesionales formados para completar las plantillas de los servicios públicos y las empresas.
Otro de los problemas estructurales de Eivissa es el del ciclo del agua, debido a la secular falta de planificación y de inversiones en infraestructuras. Este año, después de años de retrasos y contratiempos, al fin entrará en funcionamiento la nueva depuradora de sa Coma, que pondrá fin a la lamentable situación que se mantiene desde hace años: el vertido de agua contaminada al mar y al torrente de sa Llavanera por parte de la vieja planta de Eivissa. La modernización y mejora de la red de saneamiento y el avance en el cierre del ciclo del agua (no debería tirarse ni una gota al mar, pero en la isla ocurre lo contrario: no se reutiliza nada) debe ser otro de los retos no solo de este año, sino de los próximos, pues se trata de proyectos que se deben planificar a medio y largo plazo y tener una continuidad al margen de los vaivenes políticos. En unas islas con graves problemas de falta de agua y sequía es un escándalo que aún no seamos capaces de reaprovechar el agua depurada.
Otro gran proyecto, muy esperado, también debe cristalizar en 2024: el Parador, que está previsto que abra al fin este año, después de que su construcción haya atravesado, como la depuradora de sa Coma, una tortuosa y lenta tramitación. La apertura de la Escuela de Hostelería será otra de las noticias importantes, al igual que el incierto futuro del Club Náutico de Ibiza, cuya prórroga se acaba en mayo. La atención informativa también estará fijada en la nueva contrata del transporte público de Eivissa y en la limitación del acceso de vehículos a la isla, una propuesta del Consell sobre la que el Govern tendrá que pronunciarse. En resumen, 2024 se presenta como el año de la finalización de proyectos esenciales para la isla, pero al mismo tiempo trae grandes dosis de incertidumbre en distintos ámbitos, y pondrá a prueba la capacidad de los responsables políticos para dar soluciones a los grandes problemas estructurales de las islas, como la vivienda, el ciclo del agua o la movilidad.
DIARIO DE IBIZA
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