Ruido y circo

Los primeros meses de un gobierno sirven para entender cuáles van a ser las líneas maestras de la legislatura. Ibiza cambió de alcalde en mayo y llega el momento de sacar las primeras conclusiones, porque en estos meses el gobierno de la ciudad ha tomado decisiones y ha aprobado sus primeros presupuestos.

El Señor Triguero y su gobierno empezaron el mandato en junio, tras una victoria electoral clara. En estos meses Triguero ha reculado de su promesa electoral estrella: condonar la tasa de basuras; ha derogado la ordenanza del alcohol consensuada y votada unánimemente en el pleno; ha parado obras consensuadas con la ciudadanía y en marcha como sa Peixateria; ha cambiado sobre la marcha proyectos que prometió con todo lujo de renders como el Mercat Nou (¿qué tiene este hombre con los mercados?), y se ha desdicho de su promesa de cambiar la gestión del campo de fútbol de Can Misses, que sigue exactamente como estaba. El lema motivacional de Triguero debe ser ‘ponga caos en su vida’.

Eso sí, ha echado el resto en fiestas. Mediante modificaciones de crédito ha inyectado en los seis meses escasos que lleva de gobierno más de un millón de euros en fiestas. Un millón de euros más que los que estaban en el presupuesto anterior. Se dice pronto. Su claro talante festivo se ha confirmado en la aprobación de los presupuestos, pasando de una consignación de 462.000 € a 738.000 €, en una subida de un 60%. No hay que ser un lince para darse cuenta de que si para seis meses ha necesitado un millón más, para un año setecientos mil no le van a llegar. Nuestra bola de cristal nos dice que el año que viene veremos modificaciones de crédito fiesteras. Está claro que la canción con la que celebraron la victoria fue la de ‘yo quiero marcha, marcha’.

Los presupuestos, recién aprobados, nos han confirmado algo que ya apuntaba Triguero al contratar con dinero público a un director de marketing (todavía nos tienen que explicar qué vende el ayuntamiento): el presupuesto de propaganda pasa de 240.000 € a 380.000 €, otra subida del 60%. Fíjate, parece que 60 es su número fetiche. Con ese dinero tienen la intención de llenar, con sus simpáticas y fiesteras caras de alcalde, concejalas y concejales, las pantallas de los móviles de cada uno de ustedes. Eso y otras cositas que sin duda iremos viendo.

Así, las medidas más destacadas de Triguero en sus primeros meses han sido crear caos y fundirse el dinero de la ciudadanía, el que usted paga, en fiestas y en contaminación digital, ruido mediático.

El poeta romano Juvenal hablaba con menosprecio de la política romana de ‘Pan y circo’, ‘panem et circenses’. Triguero parece que quiere convertir esta legislatura en la del ‘ruido y fiesta’. Está bien saberlo. ¿Es lo que votaron ustedes?

Rafa Ruiz | Secretari General del PSOE d’Eivissa i portaveu del grup municipal Socialista d’Eivissa

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