En corto

Turismo-fobia

La que ahora se llama, como si se tratara de una nueva pandemia, turismofobia, es solo una variante más o menos estacional de la xenofobia, o sea, el odio al extranjero y al extraño. La xenofobia es natural en todos los animales, incluidos los llamados racionales, y reprobable moralmente a la luz de los derechos humanos, una versión muy evolucionada del «ius gentium» (derecho de gentes) de Roma. Ahora bien, lo que además de reprobable hace deplorable la turismofobia en un país como España es su estupidez. De igual modo que resulta absurdo odiar al emigrante en un país en buena parte sostenido por ellos (hacen todos los trabajos que los autóctonos no quieren), el odio a los turistas en una España cuya economía depende sobre todo de esa industria son ganas de pegarse un tiro en el pie. A veces son molestos, pero en general no más que nosotros cuando hacemos turismo.

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