Para empezar

Que viene el lobo

Para las responsabilidades, vuelva usted mañana. Con el mantra de «autocrítica sí pero mortificación no», la ejecutiva socialista aplaza las valoraciones sobre su catástrofe electoral hasta después de las generales. Ahora se trata, salvo sorpresa mayúscula, de seguir apuntalando a los de siempre, pese a que los mayores logros de alguno estén en encabezar las listas de políticos mejor pagados y no en la defensa de Ibiza frente a Ferraz. La cúpula de Podemos, por su parte, ya tarda en perderse, como apunta el propio Yllanes. Su sectarismo y la caza de brujas en Igualdad, donde han llegado a criminalizar obviedades como que el sexo es una realidad biológica mientras beneficiaban, en cambio, a auténticos criminales por incompetencia legislativa y soberbia, han malbaratado la izquierda y las ilusiones que miles de mujeres depositaron en ellos. Sin embargo, aquí nadie dimite. Los mismos primeros espadas de la debacle del 28M se disponen ya a encabezar la campaña a las generales con el miedo a Vox como gran argumento. Pero señores, el lobo ya está aquí. Así que por una vez sean coherentes con sus discursos y, si defienden «cordones sanitarios», actúen en consecuencia y ofrezcan su abstención allí donde los populares deben optar entre gobierno en minoría o pacto con la ultraderecha. Con ello nos demostrarán que sí anteponen el interés general al partidista. Y que sea el PP el que decida en quién se apoya y se retrate.

Suscríbete para seguir leyendo