desde la marina

Los cruceros, si pero no

Miguel Ángel González

Miguel Ángel González

Las alarmas que sobre la contaminación y el cambio climático vienen haciendo los ecologistas y los verdes desde hace bastantes años y que al principio nos parecían anecdóticas, pintorescas y exageradas, han empezado a calar en el personal –a la fuerza ahorcan-, porque se están cumpliendo con peligrosa anticipación los malos pronósticos que se venían haciendo. Las administraciones, por lo que pueda ser, dicen preocuparse del problema, pero siguen sin ocuparse de él. Mientras, la situación empeora y el tiempo nos juega a la contra. El comentario viene a cuento por el informe que el grupo ecologista GEN-GOB pasó en su momento al Ayuntamiento de Vila sobre la contaminación que provocan los cruceros. Ignoro si la información que se aporta es o no exacta, pero caso de serlo, la situación sería de juzgado de guardia y un gravísimo error pasarla por alto. Se nos dice, literalmente, que un único crucero emite, además de óxido de azufre y nitrógeno, tanto CO2 como 12.000 coches. Y que las 200 escalas previstas para este verano equivaldrán en emisiones contaminantes a la que crean 2,4 millones de coches.

Si la información es falsa, el ciudadano necesita un desmentido argumentado; pero si es cierta, habrá que decir, alto y claro, por exagerado que parezca, que nos están haciendo respirar lo que está fuera de lo permisible. En un municipio liliputiense como Vila, si sumamos esta supuesta contaminación de los cruceros con la que crean los miles de coches que transitan por la ciudad entre junio y septiembre, resultará, ¡oh, sorpresa!, que durante esos meses nos estamos tragando muchísima porquería. Quiero pensar que las administraciones, a estas alturas, ya han analizado si los beneficios que deja tantísimo crucero compensan los malos humos –por decirlo discretamente- que estos mastodontes flotantes nos regalan con sus teatrales escalas. ¿Mienten los estudios que sobre dicha contaminación han hecho organismos conservacionistas internacionales y universidades de distintos países? No lo sé, pero me gustaría saberlo. Podemos, por supuesto, tirar todos estos informes a la papelera y mirar hacia otro lado. La cuestión está en averiguar si no se está jugando con la salud de la población. No es un problema menor.

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